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PELÍCULAS CONVERTIDAS EN MEGASPOTS

Redacción

Escrito por Redacción

Se celebró la ceremonia de los Oscar y ya sabemos cuales son las películas ganadoras este año. Pero, ¿que hay del sector de la publicidad? ¿Ni una película tipo «Tienes un e-mail» (un gran regalo promocional para AOL y con ello el sector Internet hace unos años).

¡Sí que la hay!. El jueves se estrena en Alemania «Victor Vogel – Commercial Man», una sátira creativa sobre las maneras y costumbres de la publicidad, que trata con mucha ironía el spot, el rey de los publicitarios en todo el mundo. Con esta película llega una nueva dimensión del product placement ya que toda la revista gira sobre un coche real, el nuevo Opel Speedstar. En estos días los concesionarios Opel alemanes están empapelados con los carteles publicitarios de la película y promocionan el sorteo de un papel en una película de Columbia TriStar. En los cines se utilizan displays para destacar la oportunidad de ganar el caro deportivo. Quien vea la película no sabrá qué fue primero: el coche o el guión. Éste trata sobre un publicista llamado Víctor Vogel, quien debe desarrollar la nueva campaña del Opel Speedster, que aparece citado como tal a lo largo de todo el film y cuya imagen y logo copan gran parte de los planos de la película.

Esta agresiva tendencia publicitaria llega del país de los grandes inventos de la publicidad: Estados Unidos. En vez de posicionar productos discretamente, éstos se convierten en el núcleo de una historia. En el caso de Columbia TriStar y la filial europea de coches Opel, el acuerdo se ha limitado a la cesión de los vehículos utilizados en el film sin que hubiera pago de por medio, según han expresado los implicados.

Si usted se decide ahora por esta interesante herramienta en su mercado casero debe saber que no es un canal muy bien visto, aunque le puede garantizar aparecer en el guión de una película junto a conocidos actores. Sin embargo, hay que tener cuidado con la legislación en TV. Endemol tuvo que pagar una multa de 8,5 millones de ptas. por mostrar demasiadas veces en la versión alemana de «Gran Hermano» la bien iluminada marca de un fabricante de caravanas. Otras series de TV fracasaron porque se inundaron de productos y marcas. ¿O acaso no es natural que entre los bloques de publicidad el espectador desee ver otra cosa que productos y marcas?

 

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