El trabajador desea la productividad pero no puede ponerla en práctica

En el lugar de trabajo la productividad es el Santo Grial de los trabajadores, que la persiguen lógicamente con auténtico denuedo. Sin embargo, lo cierto es que la sacrosanta productividad se queda en la mayor parte de los casos en agua de borrajas.

La mayor parte de los empleados invierte menos de la mitad de su jornada laboral desempeñando responsabilidades profesionales de tipo primario. Así se desprende al menos de un reciente estudio llevado a cabo en Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y Holanda por Workfront.

De acuerdo con este informe, en el que tomaron parte 3.7500 empleados vinculados a empresas de al menos 500 empleados, los trabajadores son interrumpidos una media de 14 veces al día a lo largo de su jornada laboral.

No en vano, los empleados invierten apenas un 43% de su jornada laboral en responsabilidades profesionales de naturaleza primaria.

Los trabajadores dedican a sus responsabilidades principales menos de la mitad de su jornada laboral

Los consultados coinciden en señalar que lo que más socava su productividad en el trabajo son las reuniones totalmente vacías e inútiles (62%). También pegan fortísimos mordiscos a su productividad los emails (53%).

Es menos voraz, en cambio, devorando a dentelladas la productividad de los empleados el exceso de supervisión (33,5%) por parte sus superiores (que se ven en la obligación de revisarlo y aprobarlo todo)

Roban asimismo valioso tiempo a los trabajadores la ausencia de prioridades a la hora de abordar tareas (33,5%), la falta de estándares en los flujos de trabajo (30,75%) y la colaboración deficiente dentro de los equipos de trabajo (26,5%).