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El sector editorial mantiene el equilibrio entre lo tradicional y lo digital

Tendencias en MarketingVarias estanterías con libros en papel.

Crecen las ventas de libros en España

El sector editorial mantiene el equilibrio entre lo tradicional y lo digital

Berta Jiménez

Escrito por Berta Jiménez

La profesora de la UOC Teresa Iribarren explica las claves del nuevo "ecosistema productivo" y destaca el auge del audiolibro y la apertura de librerías tradicionales.

La llegada de la pandemia, sumada al confinamiento, impulsó la compra de libros de una manera excepcional en el año 2020, en especial, la de libros digitales. Según los datos del Informe Anual del Libro Digital 2020 realizado por Libranda, las ventas de libros en formato digital aumentaron en el año de la pandemia un 37% en todo el mundo, un 43% en el caso de España. 

No obstante, a pesar del auge de este tipo de publicaciones, que ya venía gestándose desde hace algunos años, el libro electrónico o e-book representa entre el 15% y el 25% del total, aunque algún título concreto pueda llegar al 40%. Esto significa que el papel sigue siendo la opción preferida de los ciudadanos españoles.

En una publicación de la Revista de Biblioteconomia i Documentació, la profesora del máster de Edición Digital de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) Teresa Iribarren, reflexiona sobre este asunto y explica que en 2021 las ventas de libros (tanto digitales como en papel) en España crecieron un 44% en el primer semestre respecto a 2020, con una facturación anual que rondaba los 1.100 millones de euros.

Préstamo de textos digitales, eclosión del audiolibro y nuevas librerías

La también líder del grupo de investigación Literatura Catalana, Mundo Editorial y Sociedad (LiCMES), de los Estudios de Artes y Humanidades, apunta que el “sector editorial se encuentra inmerso en un nuevo ecosistema productivo”, en el que conviven la edición tradicional, en papel, y la edición de libros electrónicos.

«Las nuevas prácticas de consumo cultural en internet, y, más en concreto, la lectura digital, tienen consecuencias culturales y económicas de alcance enorme», asegura. Para justificar esta afirmación, la experta de la UOC pone de relieve tres fenómenos recientes, impulsados en buena medida por el contexto derivado de la pandemia: el crecimiento de préstamo digital de textos literarios en las bibliotecas públicas, la eclosión del audiolibro y el nacimiento de nuevas librerías tradicionales.

Así, aunque no lo parezca, la venta de libros ‘en la era de Amazon’ se realiza, de manera mayoritaria, a través de librerías y no por Internet. El 68% de los títulos se compran en este tipo de establecimientos físicos.

En ese sentido, Iribarren declara que se ha producido “un cambio de paradigma en todos los perfiles profesionales vinculados al libro». Esto, inevitablemente, obliga a instituciones e industrias vinculadas a la promoción de la lectura a invertir en formación para poder hacer frente a la nueva etapa.

Con el fin de ayudar al sector a adaptarse a la transformación digital de los procesos de producción de libros, la UOC imparte el máster de Edición Digital, un programa que ha experimentado un fuerte crecimiento en alumnado desde que se inició la pandemia. «La creación y la consolidación del máster ha sido, y es, un reto constante«, ha concluido la profesora de la UOC.

Cambian las formas en las que leemos

En su artículo, la profesora hace referencia también a las nuevas formas de leer que han surgido a raíz de la digitalización de contenidos y el uso intensivo de internet, así como de todo tipo de dispositivos electrónicos dotados de pantalla.

«Leemos más que nunca y desde cualquier lugar gracias al teléfono móvil«, señala Teresa Iribarren. Se refiere a todo tipo de textos, desde whatsapps en contenidos de redes sociales hasta libros en papel, que sigue siendo el formato preferido para los libros. «Todo es lectura, pero cambia la forma en que la practicamos», ha advertido la experta.

Por ejemplo, sobre la lectura digital ha dicho que es multicanal y discontinua. «Podemos interrumpirla para ampliar información sobre una cuestión concreta, por ejemplo». También nos permite interaccionar con el autor o con otros lectores», añade refiriéndose, por ejemplo, en redes sociales como Twitter.

Estas nuevas prácticas de lectura exigen cada vez más accesibilidad e interactividad. Por otro lado, la profesora indica que la lectura en papel es «aislada y unidireccional, lo cual propicia una experiencia lectora más inmersiva, sin distracciones».

 

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