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Javier Piedrahita CEO & Founder de MarketingDirecto.com

El futuro de internet - el manifiesto del 2010 (I)

El mensaje me llegó como tantos temas relevantes de hoy, vía Twitter (alemán): «Lectura obligatoria: David Gelernter en el FAZ de este domingo con su manifiesto sobre el futuro de internet. Pocas veces he leído algo tan acertado sobre la red”. Qué pereza… Venga, ¡al ascensor, al garaje, al coche, de kiosko internacional a kiosko internacional por Madrid zona norte hasta por fin encontrar el citado ejemplar del Frankfurter Allgemeine Zeitung (FAZ)! Un lunes, a 4 euros, y tras no poco esfuerzo en buscarlo, para ahora poder citarlo ante la audiencia que no tiene ganas de aprender alemán para leer cosas como las que tantas veces aquí se comentan ;-) El lector (gratuito) aquí es rey absoluto, antes que cualquier otro player del mercado, así que todo sea por él en MarketingDirecto.com. También horas de búsqueda por Madrid para satisfacer sus ansias de poder leer aquí lo trascendente y que mueve el mundo de hoy.

Según este comentarista exclusivo del FAZ en su página 23 sección «Feuilleton», David Gelernter, quien hizo posible la World Wide Web, y al que en el New York Times definió como «rockstar de la era del ordenador», y que a la vez es uno de los más grandes escépticos de las tecnologías modernas, quien en su primer manifiesto del 2000 en el FAZ ya vislumbró el desarrollo de los social media, la cloud, y la nueva economía de la información: «Internet como hoy lo conocemos es una máquina para reforzar prejuicios. Y eso que sabemos, aparentemente, más que nunca. Pero, ¿qué saben nuestros hijos que nuestros padres no sabían? Saben del ahora. Pero con el ahora es como con la contaminación lumínica en las grandes ciudades. La que hace imposible ver las estrellas. El internet del próximo futuro dará a cada uno su propia corriente de vida, que se diferenciará de todas los demás. Un río de todas aquellas informaciones que nos importan algo. La cuestión es, ¿qué podemos hacer para no ahogarnos en él?»

Y comienza el manifiesto de este visionario de la nueva era digital que todo lo está cambiando de forma tan vertiginiosa. En 19 puntos. Citemos y resumamos esta semana los primeros 10:

1. A trabajar
Nunca antes nos encontramos ante un punto tan excitante y peligroso en la evolución tecnológica, como hoy. Internet es como un nuevo ordenador en el que corre una colorista y fascinante presentación. Que nos tiene hipnotizados desde hace 15 años. Ya toca apagarla y ponerse a trabajar. Tenemos que poner a internet a hacer lo que queremos de él. Y que funcione correctamente.

2. La así denominada era del conocimiento
Un signo del problema es el enigma base de internet: ¿si esto es la era de la información, de qué estamos entonces tan bien informados? ¿Qué saben nuestros hijos que no sabían nuestros padres? Claro que saben usar sus ordenadores. Algo fácil si lo comparas con conducir un coche. Hablaremos más adelante de este enigma.

3. ¿Qué es lo bueno que tiene?
Este enigma es más fácil de adivinar: donde siempre haya un PC, cualquiera que escriba con él lo hace con un procesador de textos. Uno de los inventos más exitosos que se conocen. Para la mayoría de los autores no solo es útil, sino también imprescindible. Pero, ¿qué realmente ha hecho este software tan importante de positivo? ¿Ha mejorado la calidad de lo que se escribe en nuestra sociedad? Naturalmente que no. Comparemos la lírica o prosa de periódicos o revistas científicas de hoy con los mismos productos pero de hace 50 años y veremos que no se puede hablar de ninguna mejora.

4. Cada vez más, pero no mejor
Comenta Gelernter en este apartado de su nuevo manifiesto 2010 que «los procesadores de texto han conseguido finalmente que escribamos más, pero no mejor. Al final, internet ha aumentado la cantidad y no la calidad de las informaciones accesibles. En vez de usar internet para solucionar problemas sencillos va siendo hora de que lo pongamos a resolver los problemas importantes».

5. El recurso mas valioso
La búsqueda por internet es un ejemplo. Modernos buscadores unen la función de las bibliotecas y del líder de un sector a nivel global. Claro que son útiles, incluso imprescindibles. Como los procesadores de texto. Pero desde siempre fue más difícil encontrar a la persona idónea que el hecho idóneo. El recurso más valioso que nos ofrece internet es la experiencia y el conocimiento de las personas. Posibilitar que con ayuda de un buscador se encuentre (o nos dejemos encontrar) a la persona adecuada es más complicado que la típica búsqueda en la red. Pero en un futuro resolveremos este difícil problema en vez de darnos por satisfechos con frutas caídas o las que nos cuelgan ante la boca.

6. Saturación de información
Al parecer, internet nos lleva hacia una saturación informativa. Un problema con dos aspectos: frente a una mayor cantidad de fuentes tenemos un mayor flujo informativo por fuente. El primer aspecto es el más complejo: requiere de más esfuerzo escuchar a cinco personas que hablan a la vez y al mismo ritmo, que a una persona que habla rápido. Y es más laborioso andar por Lexington Avenue en Nueva York con su tráfico y obstáculos y los adelantamientos que te hacen por todos lados, que con el mismo tráfico pero en una autopista de dos carriles.
Blogs y otros sites de antología combinan informaciones de muchas fuentes. Pero no vamos a poder controlar la saturación informativa mientras que cada usuario de internet no pueda decidir por sí mismo qué fuentes desea combinar. Añadiendo a esta mezcla la fuente más importante: sus informaciones personales. Emails y otras noticias, ayudas de recordatorio, documentos de cualquier índole.

7. Usuarios de internet
¿Qué nos dice la expresión usuario de internet? Que el usuario de un sistema informático debería disponer de una superficie homogénea y de un sistema operativo correspondiente. Pero internet por el momento no dispone de esta superficie y de ningún sistema operativo.

8. Miles de fragmentos mortales
Internet jamás ofrecerá una nueva economía basada en trabajo voluntario en vez del remunerado. Pero puede ayudar a que surja la mejor economía de todos los tiempos, en la que nuevos mercados, por ejemplo un mercado libre de la formación, cambien el mundo.
Otra buena noticia es el hecho de que internet destrozará la universidad tal como la conocemos (menos algún que otro campus muy reconocido o atractivo). La red jamás se convertirá en un espíritu, pero nos puede ayudar a cambiar a mejor nuestros hábitos de pensamiento y también el espíritu de los tiempos que corren. Aunque hoy por hoy también nos encontramos en un punto peligroso: las universidades virtuales son algo bueno. Las naciones virtuales, no. Las naciones virtuales cuyos miembros pueden vivir en cualquier lugar, siempre que estén conectados vía internet, amenazan con romper la humanidad en mil fragmentos mortales. De naciones virtuales ya tenemos una primera idea: gracias a Al-Qaeda…

9. La nube o cloud ganará
Una cuestión práctica: ¿quién ganará la carrera entre máquinas privadas y nubes informáticas? ¿Guardaremos nuestras informaciones personales en nuestros propios aparatos o en servidores sin nombres, allí fuera en la red, o en ambos? La respuesta es: en la nube. Ella es la que se preocupará de nuestros aparatos privados. La que transmitirá las informaciones que en un momento dado necesitemos a nuestros móviles, laptops, Pads o Pods. Y siempre quedándose con la copia original. Si modificamos un documento sucederá lo mismo al mismo tiempo en la cloud.
Y como nuestras informaciones viven en la nube y solo se pasan para visitas esporádicas por nuestros dispositivos, cada uno de ellos dispondrá de exactamente las mismas informaciones. Un nuevo aparato será útil desde que lo encendamos, y su pérdida o robo no será ya un problema. Pues los datos que contiene se borran automáticamente. La nube cuidará de que nuestras informaciones estén protegidas, codificadas, bien guardadas. Últimamente los nuevos dispositivos de Apple o Google llaman nuestra atención con su diseño. En el futuro lo que importará no es en qué se diferencian, sino en qué son todos iguales. Veremos nuestras informaciones en cada dispositivo, sea grande o pequeño, privado o público, igual que cuando miramos por cualquier telescopio y vemos el mismo cielo.
Un aspecto práctico: hoy por hoy, el ordenador más importante es el teléfono móvil. En casa y en la oficina serán ordenadores de pantalla grande los que sustituirán a los habituales PC’s y portátiles. Nos sentaremos entre uno y dos metros frente a la pantalla en una cómoda silla con el teclado y elementos de manejo sobre el regazo. El trabajo será más agradable y los ojos podrán relajarse más que hoy. Estos nuevos dispositivos cambiarán el aspecto de las oficinas con una nueva arquitectura. Los empleados se
sentarán en módulos de ordenadores de gran pantalla.

10. Una estructura cibernética diferente
La website tradicional es estática. La especialidad del internet es la información fluida, cambiante. Lo que cuenta en la red no es la información por sí sola, sino su velocidad, su dirección de movimiento. La típica website es como una ventana de color en las iglesias, con muchos pedazos de cristal montados en una estructura que los sostiene. No hay forma de modificar el cristal. Algo que tampoco nadie espera. Por ello no sorprende si internet recibirá ahora otra estructura kibernética. Esta estructura, denominada cyberstream o lifestream, es más idónea para internet que la web convencional, pues muestra la información en movimiento. Un río de informaciones y no una piscina estática como hoy.

La semana que viene seguimos aquí con los nueve restantes puntos del importante y visionario manifiesto sobre hacia dónde va internet (y con ello todos nosotros, nuestro trabajo, ocio, sector). Demasiado trascendente para no publicarlo o dejarlo solo para los lectores alemanes ;-)

Javier Piedrahita
Director
MarketingDirecto.com
Teletipo del Marketing
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