No sabemos hacia donde va el marketing, ¡pero hagamos algo!
El martes aterrizábamos sin problemas (ni de motores que explotan, ni de paquetes bomba, ni de si elegir el apellido paterno o materno) en Madrid Barajas. ¿Único problema? La cabeza aún más llena (ya a punto de explotar ;-) con experiencias nuevas, ideas publicitarias exteriores y del punto de venta, innovaciones vividas en cada uno de los pocos pero intensos días en Tokio. Y con unas 1.200 fotos más de todo esto en el reventado iPhone y Facebook, donde a diario y con 200 de ellas subidas/día podía seguirse este «viaje fantástico to the future«, en digital directo online, aquí mismo.
No solo hemos estado en un país que apuesta por la tecnología como pocos otros (allí quedan las foto visitas a los modernísimos centros de investigación robótica y a lo último en robots humanoides que pronto o tarde también colaborarán en nuestras vidas), un país dónde vimos cómo las clases escolares son introducidas ante nuestra sorprendida foto cámara al conocimiento de lo técnico, y donde lógicamente el resultado de tanta innovación y progreso (pero no del falso, ese de los progres del bla bla bla que ahora predomina en la España actual) acaba en un 5% de paro, un sueldo mensual de 2.500 euros promedio, eso sí, trabajando 10 horas día y con los habituales tres días de vacaciones al año…
Un país donde el móvil conectado y abierto está omnipresente, con tecnologías incorporadas como el avisador instantáneo de terremotos, que te da entre 6 y 30 segundos para refugiarte del próximo gran temblor, con conceptos tan avanzados como el 360º mobile advertising, donde arrasan los advergames en el mismo y el buzz marketing, los e-cupones y han inventado el nuevo social flash banner y el social games environment, es decir, donde la publicidad tecnodigital está en unos niveles jamás vistos. Un país donde el sentido común del hostelero no acaba en un constante lloriqueo por la crisis y la bajada de clientes, pero sí en carteles publicitarios tan grandes como la puerta de entrada al restaurante de turno y siempre con escaparates donde se reproducen como obras de arte cada plato y especialidad de la casa, para que veas en vivo (reproducido) lo que te puede apetecer consumir allí.
Iluminación (hasta en las macetas de los arbolitos de las calles) de fachadas enteras, carteles de publicidad exterior, letreros, decoración de tiendas crean una atmósfera de consumo (y anticrisis, que jamás van a entender nuestros cerrados alcaldes viejo-europeos); lo que aquí se prohíbe allí se desarrolla al máximo. Resultado: las masas asaltando comercios, consumiendo sin parar, a cualquier hora. ¿Cómo van a tener parados, así como circula allí el yen? Que con los precios que piden, cada vez que abres el monedero, salen los billetes de 10 en 10 euros. Nunca menos ;-) Entrar en «El Corte Inglés» de nueve pisos, el Yodobashi Camera, la mayor tienda de cámaras y de electrónica del mundo, es ver lo nunca visto en exposición electrónica, allí de golpe, en pasillos gigantescos, con vendedores megáfono en mano, chicas que en nombre de las operadoras diversas ofrecen los últimos móviles con sus curiosos uniformes Barbie-manga-japoneses, carteles y colores delante, detrás, a cada lado tuyo. Menuda experiencia. También de ello y de sus productos no vendidos aquí, hay fotos (prohibidas, pero ya las hemos hecho… Sorry ;-)
Increíble la amabilidad y educación de este pueblo. Nadie grita. Nadie se enfada. Nadie gamberrea en el metro o llena las paredes de grafitis pseudo artísticos (eso en los increíbles museos que pude visitar). Carteles te recuerdan hacer cola para entrar en el vagón, a no fumar en las calles para no llenarlas de colillas feas, apagar el móvil si estás en zonas donde podría molestar al próximo, etc. Cuando compraba allí nueva tecnología para hacer más eficaz nuestras coberturas informativas, los dependientes abren la caja con la cámara, comprueban que va bien, introducen la tarjeta de 4GB y la batería, sellan la garantía, buscan que esté el manual en español, si no no se quedan tranquilos. El policía de entrada en la aduana del aeropuerto de Tokio Narita me mira el pasaporte y me dice «buenos días» en español. Luego la pantalla a su lado me desea «feliz estancia», en castellano. Vaya recibimiento, en mi propio idioma… En la tienda de Uniqlo, sí, los que ganan leones en Cannes con su original publicidad de gran comercio de moda, me espera un paragüero automático que cubre con funda de plástico mi mojado paraguas. Ya puedo entrar en su futurística tienda y comprar ropa, sin crear charcos. Deja de llover y veo paraguas abandonados en varias esquinas de las calles. Ya no los quieren. Allí se quedan. Total, cuestan dos euros la unidad. ¿Qué es eso en un país donde se trabaja duro, y se gana también duro? ;-) Todo se centra en atender lo mejor al cliente, a darle una buena experiencia. Sin que nadie se lo diga en congresos inflacionarios que aquí no sirven apenas para nada, pues las empresas españolas, la mayoría, siguen en 2010 sin saber cómo se debe y hay que tratarme. T r e m e n d o esto.
Tantas anécdotas, tantas vivencias, tanto nuevo. Por suerte como le decía, todo esto que le cuento hoy y tanto más que queda, lo descubre, en imagen que vale mil veces más de lo que yo aquí pueda explicar, en estos 5 foto albums de lo más directo y cercano, que le harán revivir paso a paso, experiencia a experiencia, siempre con punto de mira de publicitario, este reciente viaje a Tokio. Uno de los albums le permite ver en detalle cómo son allá las exposiciones del sector. Y si quiere ver y escuchar, junto a más de 1.000 de sus colegas que ya lo han hecho desde el pasado viernes, lo que nos contaron desde Google en su ponencia visionaria «Go global as the universal things. Take on the new marketing» y desde Citibank con un crítico «¿Lo digital para el marketing de siempre o marketing para un mundo digital?», ya lo tiene en vídeo. O lea en formato resumido lo que allí pudimos escuchar junto a los 4.000 visitantes, en esta sección especial Ad:tech Tokyo 2010, el congreso y feria global que une la tecnología a digital con la publicidad. Y, ¿dónde mejor eso, que en el modernísimo Japón de Hoy?
Le dejo justo hoy, que ya casi comienza el fin de semana, con todo este abundante material que estoy seguro le va a hacer reflexionar bastante, y que, sin desembolsar los miles de euros que han costado traerle todo esto, le dará más de una buena idea para rejuvenecer y modernizar su marketing con algo de sabiduría publicitaria oriental. ¡Ya lo verá! El lunes, me lo Facebook, Twitter o email dice ;-) Así cerraron el Ad:tech ante el público, con una honestidad que jamás escucho en otros congresos similares: «Mira, la verdad, no sabemos hacia dónde va el marketing. Pero sabemos que hay que hacer cosas. Moverse. Innovar. Sorprender. No quedarnos allí parados». Algo que en Japón tienen bien asumido. Y que es f u n d a m e n t a l nos metamos en nuestras algo acomodadas y tradicionales cabezas marketeras españolas, ¡¡ya!! De forma urgente.
Quédese con este consejo japonés bien grabado para esta última temporada del año marketero, tan importante en ventas con la Navidad que viene. No hay mejor cierre para un congreso y para este espacio semanal, que solo quiere mirar hacia adelante y hacia lo importante. Lo intrascendental se lo dejamos a los mareaperdices, que son tanto nuestros «políticos del apellido materno y paterno», como la mayoría de los que dicen informar al sector con lo que es importante… ;)
¡Nos vemos en breve por aquí! ¡Aproveche la experiencia japonesa!
Javier Piedrahita
Director
MarketingDirecto.com
Teletipo del Marketing
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Email: javier@marketingdirecto.com
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