11 razones por las que ‘First kiss’ está de moda
A estas alturas de la película, es más que probable que ya has visto o, en su defecto, oído hablar del vídeo ‘First kiss’ (‘Primer beso’) de Tatia Pilieva. Sí, es ese en el que diez parejas que no se conocen se da un beso, un primer beso.

Por si vives en otro planeta o algo así, aquí te lo dejo:
Digo que es más que probable porque el vídeo se ha reproducido en 60 millones de ocasiones en una semana (solo en el canal de Tatia en YouTube). La directora y productora lo publicó el día 10; en dos días ya superaba los 20 millones de reproducciones; tras el tercer día se acercaba a los 40 millones… estaba claro que era uno de esos pocos vídeos que TRIUNFAN en la red. En Vimeo también alcanza cifras importantes en cuanto al número de reproducciones.
Los números hablan por sí solos. Lo raro es no haberlo visto pero ¿por qué? ¿qué tiene este video que ha provocado que lo veamos y compartamos tanto? ¿por qué se ha convertido en viral?
En mi opinión, estas son las razones del éxito de ‘First kiss’:
1. Tiene calidad: que sí, que importa. No se disfruta (ni comparte) igual un vídeo bien grabado, con buena iluminación, buen sonido… agradable a la vista, que uno de esos que no se ven bien, con ruido de fondo o con imágenes sin demasiado orden o sentido.
2. Es original: llamar la atención del espectador, diferenciarse, favorece el impacto y el recuerdo. En este caso, original por el tratamiento del contenido y por parecer una especie de ‘experimento’ más que un vídeo ‘comercial’.
Según Melissa Coker, fundadora de Wren, se inspiraron en el trabajo de Richard Avedon. El artista fotografiaba tanto a personas famosas como anónimas de forma sencilla, sin demasiados artilugios, intentando mostrar momentos en los que la máscara queda a un lado… momentos genuinos surgidos de momentos inesperados.
Aunque hay quien opina que el corto Le Baiser (Pascale Ferran, 1990) puede haber servido también de ‘musa’ a Pilieva.
3. Es emocional: creo que es uno de los factores fundamentales. La experiencia nos demuestra que los sentimientos son el motor de la acción de compartir. Si no sientes nada (bueno o malo), no compartes.
4. Nos sentimos identificados: existe cierto grado de identificación con los protagonistas… ¿quién no ha experimentado alguna vez ese primer beso? ¿quién no recuerda alguna de sus propias sensaciones al ver las imágenes? ¿quién no revive o suspira por vivir, en cierta forma, esas emociones?
5. Es (o se hace) corto: si la duración es corta es más fácil que el vídeo se visualice hasta el final. Por regla general, hablamos de menos de dos minutos, aunque en este caso se supera (3:28). Aal tratarse de una especie de historia, con introducción, nudo y desenlace, no resulta nada difícil verlo entero. Engancha observar las reacciones resultantes de los besos… compartir, de alguna forma, con los protagonistas ese momento íntimo en el que han pasado de ser desconocidos a ¿’besoamigos’?
6. El título e imagen son sugerentes: hay que destacar, llamar la atención del consumidor en los primeros segundos. Hay que provocar, en primera instancia, el clic. De ahí la importancia de acertar en el título, subtítulo y, también, en la imagen Thumbnail (miniatura) que será el primer impacto visual entre el usuario y el material a visualizar.
7. Es creíble: es relevante que nos creamos lo que nos están contando y en ‘First kiss’ nos creemos que los protagonistas no se conocen, que se besan… nos creemos las reacciones posteriores: las mariposas, las miradas, las sonrisas cómplices… Si no existe cierto grado de credibilidad, es poco probable que el vídeo se comparta. Si, además, ‘influencers’ o medios de comunicación masivos hablan del vídeo, el nivel de credibilidad acostumbra a aumentar y, en el caso de que seas incrédulo, acabarás viéndolo aunque sea solo por saber de qué habla todo el mundo.
8. Sorprende: en el caso de este vídeo, la sorpresa es que en algún momento descubres que detrás de él vive una marca de ropa llamada Wren. Porque sí, es cierto que el nombre de la marca aparece al principio y en los créditos, pero al no ser muy conocida, posiblemente hayas pasado ese detalle por alto. Al no conocer la marca, no la identificas con las imágenes y no percibes el vídeo como un producto de marketing.
La ropa que visten los kissers es de la marca Wren.
9. Aparecen personajes conocidos: algunos, y no se trata de superfamosos pero sí de un poco conocidos y con seguidores que ‘mueven’ el vídeo por las redes sociales. Quizás la que más es la cantante Soko, que en Twitter tiene 16,8M de seguidores y es la autora de la música del vídeo (‘We Might Be Dead By Tomorrow‘) pero también aparecen, por ejemplo, la artista y diseñadora Langley Fox (biznieta de Hemingway); Damian Kulash de la banda Ok Go (1,04M de seguidores en Twiiter y 575.300 fans en Facebook), Elizabeth “Z” Berg, fundadora, guitarrista y vocalista principal de la banda de rock indie The Like o la actriz Elisabetta Tedla, entre otros.
Wren asegura que son amigos de la marca, que han colaborado desinteresadamente y que las parejas no se conocían entre ellos.
10. Abierto a comentarios: puede parecer que no pero este es un aspecto importantísimo. El hecho de permitir comentarios, por ejemplo en YouTube, transmite cierta sensación de seguridad y promueve la conversación, la discusión… Si además, surgen parodias, la viralidad está más que asegurada. Y, en este caso, parodias hay ya un montón… unas divertidas, otras tiernas, otras… Os enlazo algunas para que vosotros mismos juzguéis: la de los perros, la de ‘las manos’, la de Lego, la del choque de puños o la de las pedorretas en la barriga. Pero hay muchas más.
11. Se crea polémica: el hecho de que Wren esté detrás del vídeo, posiblemente provoque que vuelvas a visualizar la pieza, para comprobar en qué momento se te escapó ese detalle. Puede afectar a la credibilidad ya que habrá personas que percibirán esto como un intento de engaño… igualmente, el número de reproducciones aumentará.
En definitiva, todos salen ganado. Aumentan los seguidores o fans en social media (Tatia Pilieva; Wren en Facebook; Wren en Twitter) y ¡aumentan las ventas!. Según The New York Times, la canción de Soko ‘We Might Be Dead By Tomorrow‘ (‘Podríamos estar muertos mañana’) vendió 10.000 copias en Norteamérica entre martes y miércoles de la semana pasada y el álbum que incluye el tema recibió unas ventas extras de 1.000 ejemplares. Asimismo, según declaraciones de Melissa Cocker, la marca Wren recibió un ‘golpe significativo’ de ventas en su tienda online tras el estreno del vídeo.
Podemos decir que ‘First kiss’ está de moda ¿no? ¿A tí qué te ha parecido? ¿Se te ocurre alguna otra razón que explique su triunfo?
Vía: Marketódromo
Eva DP
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