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Óscar Bilbao Uno de los Herederos de Rowan

Contra el algoritmo de Facebook, apóstoles - Óscar Bilbao

Fue bonito mientras duró.

Pero no vamos a llorar más por el feed perdido, que de post de duelo por el orgánico difunto están saturadas las redes. Simplemente, ojalá que hayas sabido sacarle partido y aprovechado este tiempo para generar tráfico de calidad a tu site que, si te habías olvidado, fijo que ya no se te pasa, porque para eso tienen que servir las redes sociales, que por mucho que nos digan que vivir de alquiler es más europeo, luego viene un Airbnb y te jode el paradigma.

La pregunta del millón es y ahora ¿qué?

Lo primero, crear, o seguir creando, contenido de calidad, eso no ha cambiado, porque pagar no quiere decir que tengas que ahorrar en hacer lo que te vas a gastar en difundir.

Pero ¿pasar por caja es la única opción?¿es posible seguir peleando por el orgánico? ¿Merece la pena?

Hay un camino a explorar.

Aunque claro, puede que tampoco lo hayas desbrozado lo suficiente como para ahora empezar a recorrerlo así, a pelo.

Pero nunca es tarde si el like es bueno.

Se nos llena la boca, y los powerpoints, de fidelización y de apóstoles de marca, que sí, que está muy bien, pero resulta que ahora entre nosotros y los susodichos nos han plantado un muro en forma de botón.

O quizás no.

Porque puede que el problema sea que no hemos entendido bien que los apóstoles, los del Nuevo Testamento, digo, no estaban “externalizados”, que esos equivalían a lo que ahora es el community manager, los influencers… esa gente, ya sabes. Los apóstoles estaban en nómina e iban a las cenas de empresa. Ni la última se perdieron, no te digo más.

Y ahí reside el meollo del asunto.

Mucho social media manager y mucho calendario de publicaciones pero resulta que la gente que tenemos dentro, el equipo, los del taller, logística, servicio técnico, contabilidad… todos, excepto marketing y, según como te lleves con ellos, comercial, se enteran de lo que cuentas cuando leen el post en su Facebook. Eso si te siguen, claro.

Cuando vemos esas infografías con circulitos y avatares que se multiplican exponencialmente siempre tendemos a pensar que en el primer círculo están los influencers, esas personitas con muchos seguidores que nos cobran por hacer de embajadores de marca. Tal vez si intentásemos comunicar de dentro hacia fuera, si hiciésemos un círculo previo del que todo el mundo fuese partícipe, y cómplice, si conseguimos que todos en la empresa tengan interiorizado el posicionamiento, y los valores de marca, conseguiremos que compartan los post, los vídeos, las fotos de nuestra/su página de marca, para que sus contactos, sus amigos, vean las cosas que hace la empresa donde trabajan.

Pero, para eso, además, tenemos que hacer una comunicación creativa, honesta, rompedora y que haga sentir orgullo de pertenencia a los trabajadores, que tampoco va de obligarles a compartir o de darles “bonus x like”.

Si ya hacías todo esto, enhorabuena, solo tienes que mover un poquito el foco, acercarlo, acercarte a los que tienes a tu alrededor.

Si no, te aconsejo que empieces a hacerlo, y ya no por el orgánico, sino por la propia supervivencia de tu marca, que el B2B y el B2C están muy bien, pero que en el principio está el B2E, el business to employer.

Antes era importante, ahora es imprescindible.

No llores por el feed muerto, trabájate a tus trabajadores ninguneados.

Ah, y también te recuerdo que Instagram, Messenger y Whatsapp son de Facebook.

Porque no te vuelva a pasar, más que nada.

 

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