Como Pocholo en Ibiza
Si, lo confieso… estoy cabreado, muy cabreado.
Por desgracia no es una rebote momentáneo ni fruto de un resquemor pasajero; es más bien algo que lleva alimentándose en los últimos meses, algo parecido a esa sensación que todos hemos tenido alguna vez de estallar en plan Umbral porque no se habla de su libro.
El origen es sencillo. Es algo que llevo unos meses escuchando, muchas veces de aquellos que decían lo contrario hasta hace bien poco, y es que las Redes Sociales ya no valen, que nos vamos a caer con todo el equipo como cuando el Madrid fichó a ese “Rivaldo de los Balcanes” llamado Balic y, que en definitiva, más vale que volvamos a enviar nuestros folletos por Correos con su sello y todo porque si no vamos listos…
Y esto me hace cabrearme, mucho, al estilo Patiño con vena y todo. Me hace sentarme delante del Mac y decirles finamente a todos estos “Illuminatis”:
“Ah, que ahora ya no valen, que ahora ya no son la gran esperanza blanca y no era verdad lo que vendíais…ya veo ya…Pues mirad, ¿sabéis lo que os digo ahora?
…Pues que va a ser que no…”
Es verdad, en serio.
Y es que yo, que cual presentador de Eurovisión defendiendo el “Ay quien maneja mi barca, quien” , defendí en su momento que el mundo 2.0 no era lo que la gente se imaginaba y que nos acercábamos a otra Burbuja como la vivida con Internet, ahora soy yo (el mismo), cual Chuck Norris en Desaparecido en Combate, el que quiero defenderlo.
El tema radica en que no podemos culpar al “medio” de no saberle extraer la información correcta, no podemos echarle la culpa al Facebook de turno, a los Blogs, a los Foros y hasta a la pobre chica de la piscina de que son ellos los que no están poniendo la pierna encima para que no levantemos cabeza… no, no es justo.
Como profesionales del Marketing, da igual de que tipo (Online, Offline o por tierra, mar o aire), debemos ser capaces de saber qué información necesitamos para tomar decisiones. Debemos saber entre otras cosas, que vendemos productos o servicios, y que si la gente en vez de opinar de ellos opinan sobre promociones más o menos estúpidas simplemente para conseguir un “Me gusta” o un “Follower” nuestra relación con el cliente va a durar menos que los discos de los chicos de Operación Triunfo 2, 3, 4 y sucesivas ediciones en las tiendas. Debemos saber que hay sitios para todo, para compartir viajes o experiencias con tu gente cercana (Facebook), para estar al tanto de lo que pasa y comentarlo en el momento e incluso establecer diálogos puntuales (Twitter)…o para tomar decisiones en base a opiniones o experiencias de otros usuarios(Foros, Blogs…) … pero que cada medio nos aporta información diferente y no siempre alineada con nuestros objetivos empresariales.
Y si esto es así…
¿Por qué no medimos esas interacciones como mediríamos cualquier estudio de mercado? ¿por qué ahora nos conformamos en contar “seguidores” y “me gusta” cual macho ibérico español que cuenta mujeres de la misma forma que cuando juega al parchís? ¿Por qué no analizamos todos estos comentarios en función de nuestro sector de actividad, en función de la calidad y el servicio que aportamos o, en función de cómo de próximos o lejanos estamos con nuestros competidores y con lo que está haciendo el resto del mercado?
En definitiva…
¿por qué no aprovechamos el medio, este 2.0 que es la mayor fuente de información que hemos tenido nunca,para hacer las cosas bien, descubrir oportunidades y construir negocio en base a mediciones y acciones correctas?
Ya, quizás porque es más cool y más trendy hablar de seguidores aunque sólo te comuniques con un 2% de los mismos; o quizás porque es más fácil evaluar tu marca como positivo, negativo o neutro y no en términos de satisfacción de cliente o experiencia de usuario… o quizás, sólo quizás, porque al igual que cuando empezó la introducción de Internet en las empresas y nadie sabía muy bien hasta donde iba a llegar, no se exigían ventas y resultados acorde con el resto de áreas de la compañía… “y entonces… sólo entonces,” muchos campaban a sus anchas y no hablaban de negocio y si de lo divino y lo humano…
…Como Pocholo en Ibiza.
Valentín Hernández
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