¿Cómo puede ayudar la tecnología a las empresas para ser más sostenibles?

Las empresas cada vez son más conscientes de que las prácticas no sostenibles costarán más a largo plazo, tanto en términos de reputación como de rentabilidad, y es por ello adoptan cada vez más medidas. Aunque todas las industrias y sectores contribuyen de forma diferente a las emisiones en su conjunto, una cosa está clara: la tecnología puede tener el poder de aumentar la eficiencia al tiempo que reduce los residuos de productos y recursos.
Implementación de una estrategia de TI sostenible
Una estrategia de TI sostenible bien definida y estructurada puede ayudar a cualquier organización a alcanzar sus objetivos sociales, económicos y medioambientales. Las inversiones inteligentes en equipos informáticos seguros y de calidad no solo ahorrarán tiempo y dinero a largo plazo, sino que pueden mejorar las credenciales de sostenibilidad y crear una reputación mejor y más sólida para las empresas que quieren ser más ecológicas. Es por ello que Dynabook Europe GmbH, marca japonesa heredera de Toshiba, lleva ya más de tres décadas ofreciendo productos y soluciones de la más alta calidad, seguridad y fiabilidad.
Trabajo a distancia y sostenibilidad
Comprometerse con una estrategia de TI sostenible parece más fácil gracias al trabajo en remoto, ya que menos trabajadores en la oficina supone una reducción de las emisiones de CO2 causadas por el transporte, la calefacción y la refrigeración de los edificios, los desplazamientos y el consumo diario asociado.
Pero la sostenibilidad no solo tiene que ver con las emisiones directas de carbono, ya que en 2019 se generaron alrededor de 54 millones de toneladas de residuos electrónicos. Se prevé que esta cifra aumente a 74 millones de toneladas métricas en 2030. Según los informes, solo el 20% de esta cantidad se procesó correctamente utilizando el modelo de reducir, reutilizar y reciclar.
La tecnología como solución
Los ordenadores, los portátiles, las tablets, los teléfonos y las impresoras tienen invariablemente su propia huella medioambiental y, tras el aumento mundial del interés y la necesidad de dispositivos portátiles durante la pandemia, podría ser fácil pensar que el trabajo a distancia es malo para el planeta.
Sin embargo, esto no es necesariamente cierto. Aunque algunos expertos consideran que el consumo actual de materiales electrónicos es insostenible, los responsables de TI tienen la oportunidad de alejarse de un modelo lineal y avanzar hacia una economía circular en la electrónica, mejorando el rendimiento medioambiental del ciclo de vida de los productos. Para una economía circular y sostenible en la industria de las TI, es esencial reducir los residuos electrónicos y utilizar sistemas como la reutilización, el reciclaje y la recuperación de activos.
Una opción híbrida sostenible
La primera forma de aliviar los residuos electrónicos de los usuarios de TI es garantizar que los dispositivos adquiridos duren el mayor tiempo posible y que la tecnología funcione sin problemas y con eficiencia. Esto también puede conseguirse a distancia: las actualizaciones de mantenimiento general y el soporte técnico no tienen por qué ser una tarea presencial.
Los proveedores de tecnología ya están tomando medidas para reducir la huella de carbono de sus dispositivos. Por un lado, mediante la reventa de dispositivos antiguos que todavía están en buen estado, y por otro, a través de iniciativas de reciclaje sostenible que permiten a los clientes deshacerse de sus artículos de forma ecológica.
También tiene sentido desde el punto de vista comercial, ya que con la reventa los equipos viejos que aún están en buen estado pueden volver a comprarse a la organización, por lo que las pequeñas empresas pueden beneficiarse del reembolso y destinarlo a otras inversiones. En el caso de los equipos que han llegado al final de su ciclo de vida, una sólida iniciativa de reciclaje garantizará que cualquier comprador pueda confiar el proceso de eliminación a su proveedor.
Mirando hacia la economía circular
Los usuarios de tecnología, ya sean empresas o consumidores, rara vez se ven limitados por un único proveedor, por lo que la responsabilidad de la eliminación de un producto suele recaer en la toma de decisiones de la parte superior de la cadena de compra. Sin embargo, cada vez son más los proveedores que aplican políticas más sostenibles en sus negocios y esta presión proviene directamente de las empresas y los clientes a los que abastecen. El cambio hacia un modelo de funcionamiento más circular en lo que respecta a los dispositivos tecnológicos y a la mejora de los comportamientos hacia los residuos electrónicos ya está en plena vigencia.
Maite Ramos, directora general de Dynabook Iberia
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