Creatividad, una de las nuevas habilidades directivas en demanda
Hoy en día no hay entorno profesional que no reconozca la necesidad de innovar, transformarse y reinventarse para adaptar las empresas y los negocios a los cambios impuestos por la era digital.
Una empresa tendrá éxito gracias a su capacidad de fomentar la innovación, desarrollar un excepcional talento y liderazgo dentro de la empresa y lograr un alto grado de reconocimiento de la marca, y cada vez más la creatividad juega un papel clave a la hora de solucionar problemas e implementar nuevas acciones esenciales para el éxito empresarial en la actualidad y en el futuro. Empresas como Google, Facebook o Apple afirman que la creatividad es una de las habilidades directivas que más valoran a la hora de contratar.
A pesar de esto, las universidades españolas siguen llenándose de alumnos que siguen programas tradicionales y desactualizados, desde el desconocimiento de nuevas opciones para su formación, y muchos padres son escépticos a la hora de elegir una carrera en un entorno “diferente” y más “contemporáneo”, valorando la obtención de un título tradicional sobre la actualidad e innovación en la formación.
Por supuesto nadie puede prever qué pasará en el futuro, pero sí podemos imaginar que el éxito será alcanzado por aquellos profesionales que sepan adelantar, imaginar, crear, emprender e interpretar un contexto profesional en cambio permanente.
En una palabra, diseñar el futuro.
El Design Thinking es, en este sentido, quizás la herramienta más importante para no solo desarrollar la creatividad, sino aprender a utilizarla en los más diferentes entornos profesionales.
Por un lado, las empresas ligadas a los diferentes campos del diseño están en auge, generan negocio, exportaciones y puestos de trabajo en todo el mundo. Por otro lado, las compañías más importantes de diversos sectores (desde compañías tecnológicas al sector financiero), van reestructurando sus organizaciones y sus portfolios de productos guiadas por las lógicas del Design Thinking.
Muchos profesionales están acostumbrados a ver el Design como una disciplina para producir productos estéticamente agradables; no todos saben que el Design Thinking es en realidad una herramienta para imponer un orden donde hay caos, para reestructurar un viejo contenido y volver a elaborar un nuevo objeto/producto según lógicas funcionales y racionales (y no solo estéticas), y por lo tanto es una herramienta que se puede aplicar al management con resultados muy positivos. Las empresas que fomentan la creatividad no sólo en el diseño de producto, sino en toda su gestión empresarial, logran un mayor crecimiento de sus ingresos, gozan de una mayor cuota de mercado y de posiciones de liderazgo competitivo, además de ser reconocidas como lugares mejores para trabajar (y por tanto, atraen talento). *
En las últimas décadas el contexto empresarial ha evolucionado y crecido a un nivel impensable hace 40 años. Las empresas exitosas son aquellas que consiguen imaginar un futuro global, de expansión y cambios, y esto pasa también por aplicar nuevas técnicas de management en las que la creatividad toma un importante lugar.
*Estudio Forrester Consulting 2014
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