¡Dejad de tomarnos el pelo, por favor!
Llegó agosto y parece que en Madrid algunos nada quieren saber ya del sector. Apenas nadie para entrevistar sobre tal o cual tema de actualidad, avanzar en asuntos de empresa, sea por email, teléfono o reunión. Ninguna convocatoria de prensa o evento alguno. Paralizado como si el calendario y los valiosos días/horas no existieran ya. Algo que solo pasa en muy pocos países del primer mundo. Cada año el mismo dilema en esta redacción que jamás cierra y abandona a lectores y anunciantes.
¿Que no hay actualidad de la que informar en el mundo de las marcas, marketing, publicidad o medios porque algunos decidieron en tiempos ancestrales, sin aire acondicionado y con vacaciones escolares de tres meses, que en agosto nada debe o puede pasar? No así en MarketingDirecto.com donde puede ver cada día más de 20 noticias frescas, actuales (no refritas ni de conserva, preparadas semanas antes para hacer «como que si estamos ahí por nuestros valiosos lectores/as».) Si eres medio trade press responsable, y te tomas esto en serio, 20 años largos ya, no haces eso.
¿Que no hay convocatoria alguna por algo de calor en las calles de la ciudad? No pasa nada. Salimos y las buscamos nosotros mismos. Semana a semana, en agosto por igual. Ejemplo: la noticia con vídeo de la marca «Parque de Atracciones» que cumplió 50 años y a donde fuimos a rodar/entrevistar este martes.
O con un «veloz salto europeo» para cada uno de ustedes, a Dublín, y ver cómo se presenta ante consumidores de todo el mundo una gran marca cervecera, Guinness, distribuida en España por el grupo Heineken. Mucho se puede aprender de marcas tan orgullosas de su historia y cómo lo muestran en su sede, su fábrica. Pues a la verde Irlanda volamos si aquí en Madrid casi nadie presenta nada este caluroso mes. Síganos en Twitter, Instagram, Facebook, y web y véngase conmigo esta semana al país donde el verano tiene 20 grados y no se está nada mal.
Pero antes de que en unas pocas horas saltemos al norte de nuestra querida Europa (cuanto más viajas por el mundo y ves cómo está, más la quieres y la aprecias), toca volver a hablarles claro de cosas que no deben ser y que si nadie lo cuenta en medios o congresos, yo sí lo hago en este mi espacio semanal, desde el medio más libre y crítico.
Como tantas veces, me dejo ayudar para ello de amables terceros. En este caso del «Manager Magazin», que desmonta en un artículo la farsa del «siempre buen rollo de la digitalización, de ese paraíso que nos quieren vender de que apenas nadie tiene que trabajar ya, que todos son amables con todos, a muchos les va bien, y siempre hay alguien preparando un rico pastel en el home office. Al menos esa es la impresión que nos transmiten desde Twitter, Instagram y compañía ciertos líderes de opinión.
El discurso sobre la digitalización lo definen corporate influencers bien pagados con descripciones laborales de siete líneas en su LinkedIn. Profetas autonombrados que postean sus bien ventiladas buzzword guirnaldas, emoticonos, imágenes de flipcharts coloreados en detalle, todos sonríen, hashtag #newwork. Todos estos coworking tipos con el selfiestick están ahí para transmitirnos una cosa: aquí todo va sobre ruedas. Digitalización, nuevos modelos de negocio, new work, todo sin problemas, todo easy. Se retuitean mutuamente, estilizándose como evangelistas digitales y pre-pensadores de un mundo digital del mañana. ¿Realmente qué nos dicen?: nada. ¡Absolutamente nada!
En verdad todos estos vendehúmos feel good y positivity spreader no son más que publicidad de la barata, algo mejor camuflados que un simple mupi de ciudad. Pero en demasiados casos (en ocasiones por algunos colegas de la prensa sectorial o por los muchos organizadores de premios y congresos) estos pseudolíderes de opinión no son vistos como lo que son. Simples soportes publicitarios. Y no embajadores serios de un nuevo mundo de trabajo, que dicen tener las respuestas a las preguntas cruciales del mañana. ¡Una farsa!
Y fíjese usted como somos: les subimos a los escenarios de congresos y nos dejamos asesorar por ellos, como si la digitalización fuera en primera línea un tema de comunicación y no una cuestión fundamentalmente estratégica. Quien quiera abarcar de manera seria la transformación digital de su empresa debe analizar y repensar primero y básicamente sus propias estructuras. Transformar procesos analógicos en digitales y a continuación en base a esta introspección desarrollar nuevos modelos de negocio. Todo aquel que crea a asesores que afirman otra cosa no necesita ni de competidores para hundirse a largo plazo.
Claro que ahora podríamos hablar aquí largo y tendido del influencing y la cuestionable ocultación de mensajes publicitarios. Pero el problema va mucho más allá. Cuanto más nos creamos una posverdad de la digitalización del buen rollo y cuantas más compañías busquen su salvación con una simple repintura de fachada, peor será el despertar en unos años. Que no. Que la digitalización no es una fiesta. Ni el cambio es siempre divertimento. Ni tampoco estaremos en un futuro todos sentados en nuestro home office, trabajando tres horas al día y ganando un dineral. ¡No! Quien va creando por ahí estas expectativas o no tiene ni idea o es poco serio.
Especialmente grandes empresas que se adornan últimamente en más de un congreso visitado con simpáticos case studies o storytellings del estilo fun fun fun no deben olvidar el ejemplo público del tema digitalización que dan a empresas más pequeñas o medianas. Vendiendo un asunto tan serio y que cambia como nunca antes tras la industrialización la arquitectura del valor añadido, como graciosas cupcake parties. Esto es poco serio y no se adapta a los retos que tenemos por delante en el sector.
Empresas, directivos, por favor dadle a la gente la vida real, mostraos sin maquillaje, permitid que en vuestro nombre hable la auténtica diversidad y no solo unos hype corporate influencers. No os dejéis amedrentar por los y-whispers. Tened más autoconfianza y no os pleguéis cada dos por tres de forma devota ante los aparentes retos de las generaciones digitales que llegan. Ahorraos la digitalización tan uniforme que mostráis en Twitter, Instagram y LinkedIn. Es una caricatura, error radical que a largo plazo solo producirá decepción.
Sector, mejor es que cambiéis el día a día laboral de vuestros empleados hacia lo positivo. Que preparéis procesos y estructuras para la era digital. Que ejerzáis la digitalización de manera seria y no solo escenifiquéis. Contadle a la gente lo que cuesta de verdad realizar innovaciones, el dolor que pueden producir los cambios. Contadle a la gente que es trabajo. Y dejad de engañarles de una vez. Porque la digitalización es trabajo del duro. Y eso por el momento seguirá siendo así».
Ahí queda esta reflexión veraniega para mi queridísimo sector, antes de subir ahora al avión que lleva al próximo reportaje de vídeo made by MarketingDirecto.com TV. ¿Qué le parece a usted esta nueva vídeo apuesta que desde este 2019 estamos realizando en nuestro YouTube canal? Ya me dirá.
Nos vemos la semana que viene. Trabajando en lo que nos gusta. Aunque sea en plena mitad de agosto. No es excusa alguna para quienes vivimos con pasión esto de hablarles del mejor marketing y publicidad. Pero, qué le digo. Si ya lo sabe usted. Nos vamos conociendo tras 20 intensos y largos años por aquí ;-)
¡Feliz y relajante verano le deseo!
Javier Piedrahita
CEO & Founder
MarketingDirecto.com
javier@marketingdirecto.com
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