Digitalización y resiliencia ante la incertidumbre

En 1725 arrancó en la calle Cuchilleros de Madrid Casa Botín, el restaurante más antiguo del mundo, según el Libro Guinness de los Récords. Intelectuales como Ernest Hemingway, o figuras políticas como Ingrid Betancourt, han desfilado por las mesas de este establecimiento degustando su famoso cochinillo asado. Ha resistido desde la guerra de la Independencia hasta la guerra civil española, y cuando llegó el confinamiento, sus dueños, la tercera generación de la familia González, no pudieron menos que acudir cada mañana y encender el horno.
Para Casa Botín, igual que para un 44% de negocios en España, las herramientas digitales han supuesto un salvavidas en momentos tan críticos como la pandemia. Consiguieron mantenerse en contacto con sus clientes, habilitar un servicio de entrega a domicilio a través de su página web y mantener la visibilidad del restaurante en internet. Tanto es así, que las pymes en una fase avanzada de digitalización como Casa Botín, según el estudio realizado por Google y Connected Commerce Council, obtuvieron 1,5 veces más de beneficios durante la pandemia que aquellas con más dificultades en el uso de las tecnologías. Así, las herramientas digitales ayudaron a estas empresas a adaptarse, operar de forma más eficiente y proteger sus operaciones.
Las pequeñas empresas son auténticas heroínas en nuestras comunidades, un motor de nuestra economía y ofrecen una muestra muy valiosa de nuestro patrimonio social y cultural como país. Suponen un 99,8% de nuestro tejido empresarial y un 73% de nuestra fuerza laboral. Por eso, el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España las reconoce como destinatarias de una serie de reformas e inversiones dirigidas, entre otros, a reforzar su digitalización e innovación.
Las pymes que no están aprovechando las ventajas de la tecnología, son más vulnerables ante un contexto incierto y tienen un mayor riesgo. Sin embargo, las pequeñas y medianas empresas que han establecido lo que llamamos “Red Digital de Seguridad» están mejor preparadas para hacer frente a los desafíos que plantea un entorno socioeconómico complejo como el actual, con altos costes energéticos, elevada inflación y preocupantes consecuencias del cambio climático.
Es innegable que los negocios capaces de adaptarse, sobrevivir y recuperarse en los momentos difíciles son un activo valioso para nuestra comunidad y para la economía en general. Las empresas que todavía no se han iniciado en lo digital tienen que recibir apoyo para dar sus primeros pasos, y las que ya emplean estas herramientas, requieren soporte para la adopción de capacidades más avanzadas. Todo ello pasa por que las empresas tengan acceso a las herramientas y habilidades adecuadas.
Desde Google tenemos el propósito de poner en manos de las empresas la formación y los recursos necesarios para tomar impulso y aprovechar las oportunidades que ofrece la tecnología para navegar los retos del presente y anticiparse a los que vendrán en el futuro.
A las puertas de un otoño de incertidumbre económica, es el momento de continuar al lado de los pequeños negocios que son además parte de la idiosincrasia de un país. Gobiernos y empresas, juntas, tenemos que seguir apostando por tejer, extender, formar y reforzar la “Red Digital de Seguridad” que comenzó para muchas empresas durante la pandemia.
No podemos anticiparnos a todas las dificultades que aguardan en el camino, pero estamos convencidos de que la necesidad de adquirir habilidades digitales en el futuro sólo va a ser mayor. Así pues, ayudemos a nuestras pymes a hacer acopio de conocimientos y herramientas para un mañana más digital.
Estanis Martín de Nicolás, Director de pymes en Google Iberia (España y Portugal)
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