líderes en noticias de marketing, publicidad y marcas

El cine y las profecías autocumplidas

Leyendo sobre la ceremonia de los Premios Goya de ayer, veo con resignación la confirmación de que el cine español tiene no solo los problemas que se merece.

Leyendo sobre la ceremonia de los Premios Goya de ayer, veo con resignación la confirmación de que el cine español tiene no solo los problemas que se merece.

Sino también el presidente de la Academia que se merece, e incluso el ministro que se merece – aunque sé que decir esto último- es terriblemente cruel.

El premio de la noche se lo llevó de manera indiscutible Enrique González Macho, el nefasto personaje que ya me hizo en su momento prometer que no volvería a pisar una sala de cine para ver una película española mientras él siguiese siendo presidente de la Academia, cuando en su discurso dejó claro cuál había sido uno de los “grandes triunfos” de su gestión: ganar una especie de “apuesta personal” contra aquella frase de Álex de la Iglesia en el año 2011 en la que afirmaba que ”Internet no es el futuro, como algunos creen. Internet es el presente.”

La frase de González Macho en su discurso, según entrecomillo de El País, fue así:

González Macho ha aludido también a su antecesor en el cargo al declarar que la recaudación debida a Internet todavía es irrelevante pese a aquello de que ‘Internet era el futuro y era ya’, referido al discurso de Álex de la Iglesia en la gala de los Goya de 2010.”

Después de la fotografía con la que ilustro esta entrada, es el mejor ejemplo de profecía autocumplida que he visto en mucho tiempo: la Academia del Cine, tras haber tenido como presidente a una persona con vocación por entender a su público y por intentar acercarla al siglo XXI, elige mayoritariamente a un cavernícola conocido entre otras cosas por ser incapaz de escribir un correo electrónico, que ya en su primer discurso arremete contra los usuarios de internet calificándolos de “delincuentes” y reclamando  ”la intervención del tío Sam con el séptimo de caballería para arreglar esto“. Y que dos años después, se vanagloria de haber acertado cuando dijo que “Internet tenía una función parasitaria” y que “no era el presente”…

Por supuesto, Internet no es el presente del cine español… y no lo es, fundamentalmente, porque el cine español no ha querido que lo sea. Precisamente porque han puesto a un retrógrado como Enrique González Macho para impedirlo, que no ha hecho otra cosa a lo largo de su gestión que intentar evitarlo por todos los medios. Internet no es el presente y no aporta nada relevante a la cifra de negocio precisamente porque la industria del cine mantiene ventanas de explotación absurdas que los espectadores no estamos dispuestos a aceptar, porque se niega a darnos el producto como lo queremos y en las condiciones en las que lo queremos consumir (desde nuestra casa, en la pantalla que queramos, en el dispositivo que queramos, a la hora que nos dé la gana, y no varios meses después cuando ya no la ponen en los cines).

Una industria ignorante que, además, cuando les reprochas todo esto, te mira con cara de ofendida y te contesta que “claro, es que lo queréis todo gratis“. Por enésima vez, cansinos del demonio: no queremos el todo gratis. Queremos precios razonables, queremos un abanico que incluya todo tipo de fórmulas, desde gratis financiado con publicidad hasta pago por visión, pasando por tarifas planas o por todo tipo de modalidades imaginables que faciliten el consumo. Y por supuesto, queremos una plataforma en la que el catálogo sea completo, porque no voy a abonarme a un servicio para que después, la mitad de las películas que quiero ver no estén disponibles en él. ¿Es de verdad tan difícil de entender? Mientras sea la propia industria la que insulta y boicotea las opciones en internet y a los que intentan utilizar la red como canal, es evidente que internet no se podrá convertir en el presente de esta industria.

Internet no es el presente de la industria del cine en gran medida porque la industria del cine tuvo a bien escoger mayoritariamente a retrógrados como Enrique González Macho para evitar que lo sea. Profecía autocumplida: voy a dirigir el barco de esta industria hacia las rocas, para poder seguir diciendo que tengo razón. Enhorabuena, Enrique González Macho: eres un genio. Ganaste tu apuesta. Tu apuesta contra los tiempos, contra el progreso, contra la lógica empresarial, contra los espectadores y contra el sentido común. Que te vaya bien.

Vía: El blog de Enrique Dans

enriquedans

http://www.enriquedans.com/

 

Big Data, una herramienta cada día más vital para el marketing AnteriorSigueinteLa Revolución del iBeacon ¿qué secretos comparte tu smartphone sobre tí?

Contenido patrocinado