La primera impresión es la que cuenta - Pablo Adán
La primera impresión es la que cuenta. Lo sigue diciendo Axe en sus campañas, y no le falta razón. Insistimos en que la marca personal se basa en lo que eres y en los que los demás piensan que eres. Esa suma representa el impacto en los demás, la puesta en sociedad de ti mismo, tu huella, el valor que sugieres a los demás: el impacto de tu marca.
Para los curiosos de la comunicación personal ese impacto primero tiene dos fases temporales: una primera se produce en los primeros siete segundos, y una segunda en los siguientes veinte. Pero nos interesa hoy la primera impresión.
Los primeros siete segundos
Durante los primeros siete segundos casi no te ha dado tiempo a hablar, como mucho a saludar. Quizás hayas entrado en una sala y aún no hayas tomado contacto visual con todas las personas ni con el entorno, pero estás dejando una impresión en los demás: tu sello.
Es posible que observes, dudes, busques el gesto o la palabra adecuada… ya pasaron los 7 segundos.
En un reciente estudio (al que hacía referencia mi compañera @AlexiaHerms) elaborado por Neurocientíficos de la Universidad de Nueva York y la Universidad de Harvard se destacaba la importancia del juicio del que es capaz de realizar el subconsciente de una persona hacia otra.
Hasta 10 factores buscará, y muchos de ellos encontrará, ese subconsciente. Un espacio de tiempo trepidante y, seguramente injusto, pero sobre todo altamente productivo para el buen observador. Unos responden a criterios racionales (basados en evidencias) y otros a criterios emocionales (basados en sensaciones).
- Tu nivel económico, a través de pequeños detalles sobre todo en los complementos, como el reloj, los zapatos, el bolsa, la maleta o el reloj.
- Competencia y capacidad personal y profesional.
- Tu nivel de educación, en el gesto, la palabra, el peinado…
- Religión, en pequeños detalles o colgantes.
- La identificación de nuestro rol de género, la masculinidad o la feminidad, independientemente de tu sexo.
- Nivel de sofisticación, modernidad, tecnología.
- Grado de éxito, reflejado en la seguridad en uno mismo.
- Ideología política, que suele ir pareja a un estilo en la forma de vestir o en el peinar.
- Atractivo social, sexual y profesional, ese sex appeal a veces difícil de explicar.
- Integridad, honestidad, coherencia, confianza y ética personal como resumen de todo los demás.
¿Se puede de verdad percibir todo esto en sólo 7 segundos? Se puede, al menos se intenta. Nuestro subconsciente actúa como un escáner en busca de evidencias que nos ayuden a conformar un perfil de la persona para predecir sus reacciones. Podemos relacionarlo con una actitud defensiva de nuestro intelecto.
Pero tranquilo, si algo ha fallado, aún te quedan 30. Tendrás que tomar la iniciativa.
Pablo Adán
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