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Raquel Ayestarán Crespo y Felipe Rodrigo Gutiérrez de la Cámara Universidad Francisco de Vitoria

Las redes sociales como formación competencial de los futuros alumnos

redes sociales

Según información relevante extraída de grupos de expertos como pedagogos, profesionales de los RRHH, y otros profesionales ligados a la gestión de los equipos, se encuentra la noción de competencias y lo que ello debe significar en un profesional que hoy en día se está formando. Soft skills, competencias blandas, competencias vehiculares, y un sinfín de terminología para especificar que los profesionales del mañana deben ser más que buenos especialistas en su campo de estudio/trabajo, sino más bien, personas capaces de gestionar su tiempo, resolver conflictos o abordar un proyecto con perspectiva espacio-tiempo.

El reto llega cuando han de ser así en el plano personal, y acercar marca y personas. ¿Cómo deben representarse en el ámbito de la transformación digital, y más en concreto de lo que supone un elemento capital: las redes sociales? Hablamos de formar a los profesionales del mañana capacitándoles en todas sus dimensiones de encuentro, y cómo no en el ámbito que mayor auge están teniendo en los últimos años, las redes sociales.

Formarles a nivel estratégico y técnico, como elementos facilitadores para crear encuentro, en su transcendencia temporal y su onmicanalidad, como elementos de generación de negocio, y en su correspondencia con lo que su imagen personal proyecta cada día, se torna vital para sacar un mayor partido de las mismas, y formar a los alumnos en una integridad básica que represente en el plano de lo «virtual», lo mismo que en el personal.

Cómo y por qué estar en determinada red social, se convierte en necesario cuando lo que se intenta abordar son sus competencias, la manera de relacionarse, construir y mejorar, y más en el mundo de la empresa.

Además, muchos de estos profesionales en potencia, una vez sepan integrar esta manera de ser de lo virtual a lo personal, harán más fácilmente asumibles los mensajes de la empresa en la que trabajan.

En este sentido, el paradigma Youtuber o Influencer se vuelve en un representante de la realidad tal cual es, no de la que te gustaría o simula ser. No de aquella que una u otra marca le pagan exclusivamente por decir, porque lo que ha puesto en valor su figura es lo que representa, su «proximidad» con la realidad.

Lo que defendemos es la vuelta a la originalidad y exclusividad, no a lo que esperan de uno mismo, a la integridad en los mensajes, y al ser el mismo aquí y allí.

Esta manera de ser, y que describimos para las redes sociales, se vuelve paraguas de todas aquellas competencias que la transformación digital exige de los futuros profesionales, y que se deben fundamentar en lo que el sujeto es y tiene que formarse. Además, y ya que la transformación digital ha dinamitado el contexto relacional, es importante recordar que los protagonistas siguen siendo los mismos, nosotros como sujetos tendentes a la relación y que necesitamos del otro.

Por llevarlo a lo concreto de esta transformación, el ICEMD (Instituto de Economía Digital) recoge en su 2º estudio sobre las Competencias Digitales en la Empresa Española, 41 competencias que fija como básicas y que debe desarrollar cualquier profesional en el ámbito de los nuevos paradigmas digitales: Customer Experience, Gestión Digital, tecnología Wearable, Comunicación Digital, Publicidad Digital, entorno web y mobile, Big Data e innovación.

Aunque cualquier organización, incluso centro de estudio conoce y entiende la importancia de dichas competencias, y su necesaria formación, son pocas incluido las empresas, las que potencian o habilitan en las mismas. Es más, hay pocos perfiles profesionales que cuenten actualmente con funciones digitales.

Si nos ceñimos a las redes sociales, este estudio señala como una de las 10 competencias digitales con más implantación, la capacidad de crear y gestionar comunidad de clientes en redes sociales. Y aquí volvemos al inicio del artículo.

Las empresas ven la necesidad de generar una relación con sus stakeholders, en las que las redes sociales son uno de los canales con los que cuentan (importante mencionar que no debe ser el único), es por ello que esa competencia debe ser trabajada desde el aula, partiendo de la misma realidad: un sujeto integral que busca relación con el otro, con un fin (comercial, educativo, político,) De ahí que la transparencia entre lo que uno es y se vuelve, se hace vital.

En palabras de la profesora de la Universidad Francisco de Vitoria, Paula Crespí, «la competencia es el conjunto dinámico de conocimiento (el saber), destrezas o habilidades (el saber hacer), actitudes, valores y principios universales (el saber ser) que, interiorizados y encarnados en nuestros actos».

Si esto lo llevamos al campo social, y buscamos la generación de una comunidad online vía redes sociales, se hace básico saber de redes sociales, trabajar con ellas regularmente y tener clara la finalidad de las mismas. Formar a los alumnos en un buen uso de las mismas, no es sólo formarles en una técnica o destreza, en tener muchos seguidores, y saber hacer muchas cosas, que también, sino en un saber ser.

Los mejores community manager del mañana no serán sólo los que dominen muy bien el social media, trabajan en ello o le dediquen muchas horas, que también, sino aquellos que sepan integrar lo que son con lo que están haciendo reflejando a la misma persona.

Raquel Ayestarán Crespo, Directora del Grado en Marketing de la Universidad Francisco de Vitoria, y Felipe Rodrigo Gutiérrez de la Cámara, Adjunto al Dpto. Habilidades y Competencias de la Persona de la Universidad Francisco de Vitoria

 

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