Marketing con responsabilidad: ¿qué queremos vender?

«¿Qué queremos vender?» es una pregunta que se plantea a menudo dentro de una empresa, y que, si hablamos en específico del departamento de marketing, se vuelve crucial. Porque no solo implica tener ingresos por nuestro producto o servicio, sino también hacer esta venta mostrando todos nuestros atributos de valor, nuestras diferenciaciones positivas.
Necesitamos no ser uno más que en cualquier momento se pueda cambiar por otro y construir una relación donde nosotros seamos tan valiosos para el cliente, como el cliente lo es para nosotros, entregando un producto que genere impacto positivo, con la mínima huella ambiental.
Un marketing con responsabilidad nos obliga a mirarnos dentro de la empresa y también a mirar nuestro entorno. Es ahí donde comienza la magia y empezamos a percibir cómo es nuestra comunidad, cuáles son sus necesidades y cómo la empresa puede aportar y transformarse en lo que la teoría llama «un ente social». Desarrollando cada acción de forma estratégica para cumplir, pero más importante aún, mejorar su entorno y la comunidad donde opera.
Si bien el marketing con responsabilidad ha sido adoptado desde distintas organizaciones en un principio como una acción adicional, actualmente se presenta como la alternativa estratégica que permite mejorar o aumentar la competitividad y fidelizar a sus clientes haciéndolos parte de su propuesta de valor.
¿Has recibido un envío en una bolsa sostenible? ¿Has comprado comida para tu mascota, a una empresa que apoya los refugios de callejeros? Y al hacer esa compra ¿fue parte de la decisión que la publicidad te diera a conocer su estrategia de responsabilidad social? Si la respuesta es sí, el marketing con responsabilidad cumplió su función y se creó el binomio entre el marketing con responsabilidad y el consumidor responsable.
Al lograr este match entre consumidor y empresa, se logra crear comunidades activas que exigen de sus proveedores, productos y servicios dentro de norma, que entreguen un adicional con valor.
En Solunion, por ejemplo, aplicamos el marketing con responsabilidad en cada una de las acciones que asumimos, ya sea de forma interna, en cosas tan simples como hacernos parte de acciones de reciclaje y cuidado del medioambiente, hasta acciones externas y estratégicas como nuestra adhesión a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas.
Tal como se plantea en el artículo del Journal of Management & Business Studies, el marketing responsable entrega una ventaja distintiva en la cadena de valor de las organizaciones, y está valorado por la ciudadanía por encima del precio de los productos y servicios que la empresa entregue.
El marketing responsable empieza en casa
Es imposible no vincular el marketing responsable al entorno inmediato. Los colaboradores cumplen un rol fundamental a la hora de decidir optar por esta estrategia. No solo como beneficiarios, sino, además, como embajadores. Una empresa que adopta la responsabilidad social genera planes de beneficios en conciliación laboral que favorecen al entorno inmediato del trabajador, los cuales se aplican no solo en una remuneración justa, también en flexibilidad, planes de compensación y apoyos. Teniendo así trabajadores motivados y partícipes de causas que asume la empresa.
Miramos nuestro entorno y cómo lo afectamos
Luego del análisis interno en la estrategia de un marketing con responsabilidad, nos toca mirar al entorno de la empresa. Si bien analizar nuestros productos y servicios es tarea de los departamentos comerciales, importante es saber cómo los productos y servicios que entregamos aportan un valor a la sociedad y cómo su producción afecta el entorno.
Reeducar los procesos para generar impactos positivos, buscar suplir los posibles impactos negativos, y desarrollar externalidades positivas, son foco a la hora de adoptar estrategias de responsabilidad social. Todo es comunicación, todo lo podemos contar a nuestros clientes, de todo nos podemos sentir orgullosos, esto añade valor a nuestro negocio.
Estamos en un contexto global y nuestro cliente tiene el poder: la información
Ser consecuentes con nuestras comunicaciones es primordial para que una estrategia de marketing con responsabilidad sea exitosa. No es nuevo que nuestros clientes cada vez tienen más acceso a la información. Somos lo que hacemos y eso debe reflejarse en toda la cadena de producción, desde la elección de nuestros proveedores hasta la entrega del producto al consumidor final, sin olvidar de hacerse parte de la externalidad negativa que su consumo pueda producir.
Se tiende a pensar que el marketing con responsabilidad es un tema nuevo, aunque hace más de 10 años ya está implantado en empresas adelantadas. De hecho, cada vez son más las compañías conscientes de su responsabilidad y la necesidad de abordarla desde todas las áreas de negocio, incluido el marketing.
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