OCIO DIGITAL: ADAPTARSE O MORIR – Pablo Melchor
Recientemente, se ha comentado en los medios como la industria del entretenimiento «se rinde» finalmente ante la fuerza de Internet: las películas de Universal podrán descargarse (previo pago) desde el momento en que estén disponibles en DVD; bajo un modelo distinto, algunas de las series más populares de la cadena ABC (propiedad de Disney) podrán disfrutarse online de forma gratuita desde el día siguiente al de su emisión… eso sí, con los correspondientes cortes publicitarios.
Pero lo que se ha llamado «rendirse» no es sino, por fin, adaptarse a la realidad del mercado. Las empresas no pueden ignorar las preferencias de consumo de sus Clientes y, cuanto más tardan en adaptarse, mayores son las oportunidades perdidas. Que compañías de la talla de Universal o ABC experimenten con iniciativas que rompen con su forma tradicional de hacer negocios revela un recuperado ímpetu en el sector: de nuevo se busca llegar al Cliente allí donde está, en lugar de intentar llevarlo a dónde no quiere ir.
En realidad, estamos viviendo una vez más el ciclo según el cual sólo unos pocos pioneros comprenden pronto los cambios sociales y se adaptan a ellos: muchas grandes corporaciones reaccionan tarde y de forma lenta, pero su músculo financiero les permite obtener de nuevo posiciones de fuerza en un mercado redefinido, aunque a menudo con importantes competidores que antes no existían. Las empresas que tienen especiales dificultades para adaptarse al cambio pueden terminar siendo sólo la sombra de lo que un día fueron mientras intentan entender lo ocurrido.
Podemos encontrar un ejemplo similar en el caso de Apple y su servicio iTunes: mientras buena parte de la industria musical se aferraba a los modelos de distribución tradicionales y centraba sus esfuerzos en la lucha con la piratería, Apple comprendió que las demandas de los consumidores habían cambiado. Hoy, la compañía creadora del Macintosh se ha convertido además en el referente de la distribución musical online.
Entramos en la era del ocio digital, y la industria del entretenimiento deberá necesariamente evolucionar y adaptarse. Esto no significa que prevalezca la tecnología, pero sí lo que los consumidores querrán poder hacer con ella.
Pablo Melchor
Director General de Crazy Labs
pmelchor@crazylabs.com
www.crazylabs.com
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