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María Camps SEO Lead de Ogilvy Barcelona

Google "frena los pies" del thin content o contenido pobre

¿Alguna vez habéis hecho una búsqueda en Google y el resultado que habéis obtenido ha sido completamente decepcionante? Me refiero a uno de esos artículos que parece que van a responder a nuestra demanda pero que, al avanzar en su lectura, nos damos cuenta de que están hechos de paja y más paja. Y al llegar al final del texto, abandonamos la página resignados y con más dudas (y frustración) que la respuesta que andábamos buscando.

Muy probablemente, ese contenido haya sido escrito con un objetivo puramente enfocado al posicionamiento orgánico. Es decir, por un lado, para engordar un blog o página web con contenido nuevo y, por el otro, para que este aparezca entre los primeros resultados de los buscadores y así aumentar el tráfico orgánico (y con suerte, las conversiones).

Pues bien, estamos ante un caso de lo que en SEO se conoce como thin content. Una estrategia de desinformación de ética cuestionable, que no tiene en cuenta al usuario y a la que Google lleva tiempo intentando pararle los pies.

El mejor lugar donde esconder un cadáver

Según un estudio llevado a cabo por la herramienta BrightEdge, el canal orgánico supone, de media, el 53 % del tráfico total de una página web. Por otro lado, un reporte de Baklinko sobre el CTR asegura que el 99 % de los usuarios nunca pasa de la primera página de resultados de Google al hacer una búsqueda. Y de esta primera página, el primer resultado orgánico se lleva el 31,7 % del total de clics, mientras que, si se suman los de los resultados de las posiciones 1 a 3, vemos que obtienen el 75,1 %.

Y es aquí donde cobra sentido el dicho que en SEO asegura que el mejor lugar donde esconder un cadáver es en la segunda página de resultados de Google. Razón por la cual algunos no dudan en aplicar todo tipo de acciones que les permitan alcanzar la tan codiciada página uno.

La policía no es tonta

Se llama ranking factors a los elementos que los algoritmos de Google toman en cuenta al evaluar una página para decidir su posición en los resultados. Se estima que hay más de 200 y, aunque Google no los ha confirmado todos, sí que ha dado algunos indicios de por dónde van los tiros. Además, numerosos expertos llevan continuamente a cabo experimentos, estudios y tests A/B para arrojar más luz en el asunto.

Un contenido que aporte valor al usuario es sin duda uno de los factores más relevantes. Cuando esto no ocurre, se habla de thin content o contenido pobre, y puede ser motivo de penalización por parte de Google. Este tipo de contenidos pueden traducirse en un texto que ha sido plagiado de otra web, que es demasiado corto, que no aporta nada nuevo al usuario o que ha sido autogenerado (creado de forma programática), entre otras prácticas cuestionables.

YMYL: tu dinero o tu vida

Publicar un thin content poco preciso acerca de los mejores microondas del mercado en 2022 no tiene más consecuencias que algún que otro consumidor enfadado. Ofrecer un artículo que hable sobre conceptos engañosos acerca de inversiones o afirmaciones médicas falsas puede tener consecuencias más graves. YMYL (Your Life or Your Money) es como Google se refiere a temas sensibles que giran en torno a la salud, las finanzas o la seguridad personal, entre otros.

Desde 2018, en SEO se habla de E-A-T o Experiencia, Autoridad y Confiabilidad (Expertise, Authoritativeness, Trustworthiness). Las páginas web que quieran tener una buena visibilidad orgánica, especialmente si su temática pertenece al sector YMYL, deberán esforzarse en transmitir a Google que su contenido cumple con estos tres conceptos para darle más indicios de que sus publicaciones no son inexactas o engañosas. ¿Cómo? Demostrando la experiencia del autor en su campo de trabajo, sus credenciales, su formación (mediante un enlace hacia su perfil de LinkedIn, por ejemplo), las fuentes y referencias de donde se ha extraído la información, reseñas y valoraciones de los usuarios, etc.

A veces se dice que el SEO es gratuito. En comparación con su primo hermano SEM, es verdad que no se paga por el clic del usuario. Así que el canal orgánico es gratis… pero no tanto. Además de dar trabajo a perfiles como el mío, todas las marcas y páginas web que deseen estar bien posicionadas en los motores de búsqueda deberían destinar una parte de su presupuesto a la generación de contenidos de calidad. Y no solamente si forman parte del sector YMYL. Ofrecer información poco relevante e imprecisa a los usuarios es hacerles perder el tiempo y jugar con sus expectativas. En definitiva, es irrespetuoso hacia el consumidor y la marca no solo corre el riesgo de ser penalizada por Google, sino que también pone en juego su imagen y notoriedad.

María Camps, SEO Lead de Ogilvy Barcelona.

 

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