Opt-in: crea tu propia base de datos sin ganar enemigos
Cientos de empresas consiguen listados infinitos de direcciones de email sin necesidad de mover un dedo. Sin embargo, esta práctica puede ser contraproducente tanto para el empresario como para la empresa en cuestión. ¿Por qué?
Cientos de empresas consiguen listados infinitos de direcciones de email sin necesidad de mover un dedo. Sin embargo, esta práctica puede ser contraproducente tanto para el empresario como para la empresa en cuestión. ¿Por qué?
Pues por una razón muy sencilla: gran parte de las bases de destinatarios que circulan por la red ya han sido utilizadas en diversas ocasiones, además de contener direcciones rebotadas o que ya no existen. Como consecuencia, lo más fácil es que los filtros anti-spam marquen los nuevos envíos a esas direcciones como ‘no deseados’, por lo que la empresa que ha adquirido el listado habrá perdido tiempo, dinero y reputación.
La mejor forma de generar una base de datos válida, de confianza y legal para empezar a enviar mail masivo es el opt-in. Consiste en solicitar la aceptación explícita del receptor antes de enviarle newsletters informativas o comerciales. De esta forma nos aseguramos que el destinatario está interesado en nuestros productos o servicios, por lo que el beneficio que podemos extraer de una base pequeña, pero interesada, es infinitamente mayor al de una lista enorme que sólo restará valor a nuestra empresa.
La fórmula más sencilla para crear e incrementar un a base de datos es añadir un formulario de inscripción en nuestra página web o blog, para que los contactos interesados puedan darse de alta en nuestras comunicaciones, así como llamar a los clientes que ya tenemos para pedirles su correo electrónico e incrementar así los datos que tenemos de ellos.
De igual forma existe el doble opt-in, un método a través del cual los nuevos registrados consienten, por duplicado, la recepción de boletines de la empresa en cuestión: tras la inscripción, el usuario recibe un correo electrónico automático a través del cual tendrá que confirmar su registro. Este método resulta un poco complejo pero también más fiable ya que resulta prácticamente imposible que el inscrito se haya confundido a la hora de escribir su correo electrónico.
Y es que confeccionar una lista de contactos y vender por internet no es tarea fácil. Pero nadie dijo que introducirse en la World Wide Web fuera coser y cantar. Lo que los expertos del email marketing llevan anunciando años es que el spam no funciona: además de ser una práctica ilegal se ha convertido en una técnica molesta para los receptores de mailing, demasiado extendida, y que en absoluto reporta beneficios de ningún tipo para los actores implicados.
Paul de Fombelle
Deberes imprescindibles para un marketing exitoso en 2014AnteriorSigueinteLas 3 fuerzas de la economía digital