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Pablo Rueda Sales & Partnerships Director, Selligent Iberia

'¿Quién es Anna?' Claves de marketing que te dará la serie del momento

‘¿Quién es Anna?’ es la nueva sensación de Netflix, una serie que, desde su estreno, no ha
dejado indiferente a ningún suscriptor de la plataforma. La serie se mantiene entre las 10
tendencias en España
y queda poca gente que no haya escuchado aún el nombre de Anna
Delvey. La guionista lo ha vuelto a hacer, tras el exitazo de Anatomía de Grey, se lanza al ruedo
con una serie de drama y suspense centrando el protagonismo en una estafadora de clase alta,
una rica heredera alemana. Todo se tuerce cuando un periodista investiga a Anna, acusada de
varias estafas entre 2015 y 2017.

Mientras Anna intenta alcanzar el éxito, nos enseña grandes trucos de marketing sobre la
importancia de las relaciones con los clientes. En el desarrollo de su plan, aunque haya
sobrepasado algunos límites, encontramos tres claves que los profesionales pueden poner en
práctica
cuando se trata de la experiencia de cliente.

Anticiparse a las necesidades de los clientes

En algunos capítulos de la serie, para poder llegar a ganarse la confianza de algunas personas,
Anna desarrolla la capacidad de anticiparse a las necesidades de cada persona con la que trata
e incluso puede llegar a construirse una personalidad diferente para complacerlas. Conocer las
necesidades de los clientes es también una obligación para los profesionales del
marketing.
Las preferencias y los comportamientos de los consumidores cambian rápidamente,
al igual que la disposición a comprar determinados productos. La clave está en saber cuándo se
producen estos cambios, esta es la verdadera cualidad que hay dominar. Aunque los
profesionales que verdaderamente destacan en el sector son aquellos que cuentan con todas las
herramientas para tomar decisiones en base a los datos existentes, basando sus estrategias en
la conocida inteligencia artificial (IA) y el marketing predictivo, que permiten conocer las
preferencias de los clientes, sus hábitos de consumo, su intención de compra…

Confianza basada en la privacidad y la seguridad

Una ley no escrita en el mundo de los negocios es la confianza, condición principal para llegar a
alcanzar un acuerdo con otra persona. Anna estuvo a punto de estafar a un banco con una
inversión de 40 millones de dólares para un proyecto de su fundación, construido sobre una base
de desconfianza y engaño. En este 2022, una de las claves para que las marcas puedan
ganarse la confianza de sus clientes es apostar por la transparencia en los procesos y
hacer efectivo su compromiso con la privacidad
y la seguridad de sus datos e información.

Aprender del fracaso

En una reciente entrevista realizada a la auténtica Anna Delvey comentaba que se arrepentía de
algunas de las decisiones que había tomado, pero que gracias a esas experiencias había podido
aprender de ellas. Y es importante que todos aprendamos de nuestros errores (salvando las
distancias con nuestra protagonista, claro).

En ocasiones, los consumidores reciben una gran cantidad de correos electrónicos, muchos de
ellos pueden considerarse demasiado intrusivos; entre mensajes de cumpleaños, notificaciones
de carritos de compra abandonados, ofertas limitadas… Esto puede llegar a ser un punto en
contra de la marca y hacer que el consumidor se cree una imagen errónea de esta. Cuando las
marcas no cumplen o no siguen el ritmo de la experiencia omnicanal que se espera hoy
en día, los clientes se alejan
. Sin embargo, en esos momentos de dificultad es cuando los
profesionales del marketing tienen en sus manos el poder y la capacidad de aprender e innovar.

El estar en un entorno tan dinámico, digitalizado y cambiante también aporta la ventaja a las
marcas de aprender e innovar a través de diferentes tácticas hasta dar con la clave. El 91% de
los usuarios de correo electrónico se ha dado de baja de este tipo de emails avasalladores
, un
dato que afecta a las marcas directamente y que demuestra que ha llegado el momento de
realizar un análisis en profundidad sobre sus estrategias. Este ejercicio puede ayudar a las
marcas a conocer los patrones de lo que funciona y lo que no y, a su vez, facilitar la toma de
decisiones que permita ofrecer una mejor experiencia del cliente.

En definitiva, el abogado de Anna sugirió que «hay un poco de Anna en todos nosotros», en su
afán de éxito e incluso en sus errores. A nivel de marketing, la conclusión que se puede
extraer es que las marcas deben adaptarse de forma ágil al ritmo de sus clientes para, no
sólo ofrecerles una experiencia superior, sino también
para mantener su compromiso y
fidelizarles.
Y esto requiere una capacidad de anticipación a las necesidades de los clientes,
priorizando la escucha activa y haciendo uso de los datos sobre hábitos, necesidades y
comportamientos para poder plantearles y ofrecerles estrategias personalizadas.

Por Pablo Rueda, Sales & Partnerships Director, Selligent Iberia

 

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