El legado de Juan Campmany: una inspiración para todos

Escribir sobre alguien después de su marcha es siempre una enorme responsabilidad. Y todavía más, si esa persona, ha ejercido una influencia muy importante sobre en quien te has convertido. Por responsabilidad histórica y personal, para hablar de Juan Campmany, fundador de Tandem (predecesor de DDB), Presidente de la agencia hasta 2012 y fallecido el reciente 29 de Octubre he decidido echar mano de algo más que palabras y utilizar algo más contundente: una fotografía especial.
Esta fotografía es un Tandem. Pero no es un Tandem cualquiera. Es el icono de la agencia que Juan fundó junto a Toni Guasch con una visión heredera de Bill Bernbach. Ese tándem simbolizaba la unión entre creatividad y negocio, entre cliente y agencia. Pero es que además, como decía, este Tandem no es un Tandem cualquiera. Es el mío.
El símbolo de la inspiración: una bicicleta
Cuando tenía 14 años, Joaquim Clotet, uno de los mejores amigos de mi padre, vicepresidente de Planeta Agostini por aquel entonces y cliente de la agencia, sabiendo de mi temprana pasión por la creatividad, me regaló algo que marcaría mi destino para siempre: esa bicicleta de dos sillines de la mejor agencia de publicidad de Barcelona.
Este objeto, descansó en la estantería de encima de la cama de mi habitación de casa de mis padres y acompañó mis sueños hasta que me independicé (y sabiendo la edad a la que marchan los jóvenes de casa en nuestro país podéis imaginar que fueron bastantes años).
Ese gadget fue testigo de millones de cosas: noches de insomnio, de alegría, de estudio, de lectura, de imaginación. Noches de incertidumbre juvenil en las que una de mis obsesiones, a parte del antiestético momento adolescente y los chicos malotes de clase, eran los anuncios de Volkswagen y Audi.
Juan Campmany: un gran maestro
Algunos años después, tenía a Juan Campmany delante, en mi última entrevista antes de comenzar en la agencia para convertirme en Planner de Volkswagen. Este Tandem me acompañó ese día a modo de amuleto y Juan se emocionó al escuchar la historia sobre el lugar que había ocupado en mi vida. Juan fue ese día tal como era él: espontáneo, locuaz, inteligente y apasionado. Yo creía que cumplía un sueño, pero no me imaginaba que el sueño de verdad comenzaba justo en ese momento.
Durante muchos años disfruté del buen humor de Juan, de su inteligencia, de su «joie de vivre» que contagiaba a todo el mundo y aprendí todo lo que pude de su maestría para vender ideas, entender a los clientes y de su capacidad de convencer a todo el que se le ponía delante.
Juan fue un publicitario de corazón, que siempre traía un poco de Toni Guasch (el cofundador de Tandem) consigo y sobre todo una inspiración para todos los que hemos formado o formamos la familia DDB a fecha de hoy.
Porque ese Tandem de casa de mis padres tiene bastante de Juan y Toni, pero también por suerte tiene también mucho de Roca, Rull, Santiago, Paqui, Jaume, Javier, Nerea, Dani, Cristiana, Juanma, Paco, Romu, Puri, Pedro, Alberto, Marc, Gorka, Alejandro, Ester, Fernando, Luis, Xavi, Sara, Mario, Cristina, Ana, Miriam, Sergi, Angeles y miles de nombres más, de todos los que en algún momento pedaleamos o hemos pedaleado juntos en esa doble bicicleta tan especial.
Gracias Juan por el legado y por hacerme seguir soñando durante tantos años.
Sam Judez, Directora General de DDB España
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