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Estas velan recrean el aroma a bar, a cine y a festival

Aromas de normalidad: estas velas huelen como los lugares que tanto extrañó en la cuarentena

Esther Lastra

Escrito por Esther Lastra

Earl of East se ha aliado con la agencia Uncommon Creative Studio y la ONG Hospitality Action para alumbrar unas velas de soja que alojan en sus entrañas los aromas que tanto hemos extrañado en las últimas semanas.

velasDicen que tardamos alrededor de 60 días en dar forma a nuevos hábitos. Teniendo en cuenta que llevamos más de dos meses confinados (aunque con restricciones algo más laxas en las últimas semanas) debemos colegir que hemos terminado acostumbrándonos (hasta cierto punto) a estar encerrados en las cuatro paredes de nuestro hogar.

Aun así, y pese que hemos terminando adaptándonos a la nueva realidad, no podemos evitar echar de menos (aunque sea solo un poco) todo aquello que dejamos atrás. Por esta razón, y a fin de avivar nuestros recuerdos (y al mismo tiempo apaciguarlos), Earl of East se ha aliado con la agencia Uncommon Creative Studio y la ONG Hospitality Action para alumbrar unas velas de soja que alojan en sus entrañas los aromas que tanto hemos extrañado durante las últimas semanas.

La colección de velas ha sido bautizada con el nombre de «Scents of Normality» (Aromas de normalidad) y da cobijo a tres fragancias diferentes: el olor a bar (el de todo la vida), el olor a cine y el olor a festival.

Aquellos amantes de los festivales (muchos de los cuales han sido cancelados como consecuencia de la pandemia) podrán deleitar su pituitaria con los efluvios emanados de la vela con aroma a festival, en la que se dan cita el perfume a hierba recién cortada, a sidra recalentada por el sol, a edulcorado humo de cannabis y a saco de dormir mojado.

La vela que recrea el aroma de las salas de cine (cerradas todavía a cal y canto) fusiona la fragancia de las palomitas al punto de sal con el aroma de los plátanos de gominola, el pollo frito y los perritos calientes (todo ello aderezado con una pizca de aire acondicionado, de aburrimiento adolescente y de sirope).

En cuanto a la vela dedicada a los bares, se dan cita en ella notas de cerveza derramada y espuma para el pelo con aroma a frituras, madera lacada y alfombra llena de churretones. También son apreciables en esta vela el perfume cítrico de los ambientadores de baño, del «rosé» barato y de las cenizas de los cigarrillos.

«El perfume es una forma absolutamente única de conjurar recuerdos y transportarnos a lugares en los que nos gustaría estar», explica Nike Dafkos, cofundador de Earl of East (cuya especialidad son precisamente las velas perfumadas).

«Aunque continuamos soñando con viajar a lugares lejanos, son los sitios que más cerca tenemos de casa los que más echamos realmente de menos«, añade Dafkos. Razón de más para alumbrar tres velas imbuidas de aromas tan añorados como mundanos (los de los bares, los cines y los festivales).

Cada una de las velas que forman parte de la colección «Scents of Normality» van acompañadas de ilustraciones que capturan el espíritu del perfume que hay alojado en ellas. La ilustración de vela dedicada a los festivales lleva la rúbrica de Lan Trung, la de los bares fue creada por Thomas Hedger y la de los cines la firma Victoria Sieczka.

Las ilustraciones y también las delirantes descripciones de los aromas de las acompañan han recalado ya en las calles con la inestimable ayuda de la publicidad exterior. Y serán protagonistas asimismo de una campaña de publicidad gráfica a finales de este mes.

Nada económicas en realidad (aunque su nostálgico batiburrillo olfativo encandilará probablemente a más de uno), las velas tienen un coste de 45 libras (unos 51 euros) cada una.

 

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