Twitter cobrará a los desarrolladores por acceder a su API
Twitter y su puñalada (trapera) a los desarrolladores: les cobrará por acceder a su API
A partir del próximo 9 de febrero Twitter cobrará a los desarrolladores por acceder a su API. Ello podría suponer el exterminio de apps de terceros como Tweetbot, Fenix o Twitterific.
Los servicios gratuitos que se apoyan en Twitter para brindar funcionalidades a sus usuarios corren el peligro de extinguirse como los dinosaurios. A partir del próximo 9 de febrero la red social del pajarito cobrará a los desarrolladores por acceder a su API. Hasta ahora los desarrolladores sí tenían acceso de manera gratuita a la API de Twitter y solo debían rascarse el bolsillo si deseaban implementar una integración más profunda de la interfaz de la red social liderada por Elon Musk en sus productos.
Twitter no ha desvelado aún cuánto cobrará a los desarrolladores para abrirse paso en su API, pero ha prometido ofrecer más información al respecto durante la próxima semana.
Apoyándose en la API de Twitter, han aflorado en los últimos años muchísimas aplicaciones de terceros que generan «screenshots» de los tuits publicados en esa red social, hacen más fáciles de leer las cadenas de mensajes y almacenan para la posteridad tuits que después son borrados por sus autores.
A mediados de enero Twitter ya «desenchufó» de sus sistemas a varias apps de terceros
Si de ahora en adelante Twitter hace pasar por caja a esas apps, están podrían verse obligadas a dejar atrás la gratuidad y cobrar también a sus usuarios. Su modelo de negocio se vería, no obstante, en peligro debido a la renuencia de los internautas a pagar por este tipo de servicios.
Elon Musk formalizó la compra de Twitter a finales de octubre del año pasado y generó una deuda de varios miles de millones de dólares que la red social debe ahora satisfacer. El cambio en la dirección de la red social del pajarito provocó además la huida en desbandada de los anunciantes, a las que la nueva y laxa política de moderación de contenidos de Twitter llenó de zozobra.
La red social está intentando llenar sus arcas (cada vez más magras) con servicios de suscripción de pago e incluso mediante la subasta del mobiliario sobrante en las oficinas de Twitter en San Francisco.
Cobrar a los desarrolladores por acceder a su API es la última (y definitiva) apuñalada de Twitter a los que otrora fueron sus aliados. A mediados de enero suprimió de la noche a la mañana (y sin previo aviso) el acceso a sus sistemas de un gran número de apps de terceros que expanden los servicios de la red social para programar publicaciones o gestionar comunidades de usuarios.