Heinz destapa el "fraude del kétchup" en su nueva campaña
Heinz se venga de los restaurantes que rellenan su icónica botella con kétchup del montón
"Ketchup Fraud" muestra a los trabajadores de varios restaurantes rellenando las botellas de Heinz con kétchup del montón con el último objetivo de ahorrarse un puñado de dólares.
Heinz regresa al ruedo publicitario con otra divertidísima campaña de la agencia canadiense Rethink y lo hace para colocar bajo los focos una fea costumbre de la que hacen gala (en secreto) no pocos restaurantes. Aunque no van por ahí proclamándolo a los cuatro vientos, muchos establecimientos rellenan las emblemáticas botellas de Heinz con kétchup del montón.
Bautizada con el nombre de «Ketchup Fraud», la campaña muestra a los trabajadores de varios restaurantes rellenando las botellas de Heinz con kétchup de naturaleza genérica con el último objetivo de ahorrarse un puñado de dólares.

La campaña, que pilla infraganti a quienes cometen semejante ardid (extraordinariamente común en todo caso), se ha abierto paso en vallas emplazadas en Nueva York y en Chicago, en revistas, en diarios y en las redes sociales.
Megan Lang, directora de marketing de Heinz en Norteamérica, asegura que la idea de alumbrar «Ketchup Fraud» echa anclas en realidad en un vídeo publicado en Snapchat. «Vimos a alguien rellenando las botellas de Heinz con kétchup genérico y ello nos llevó a indagar más en este comportamiento, que se reveló a la postre como extraordinariamente popular», dice Lang. «Pensamos entonces que sería genial poner en valor nuestro lema ‘It Has to Be Heinz’ haciéndonos eco de manera divertida de este tipo de comportamiento», añade.

El vídeo que inspira la nueva campaña de Heinz vio la luz originalmente en Snapchat y en 2016 aterrizó asimismo en Twitter. En el vídeo de marras un trabajador de la cadena de comida rápida Nando’s aparece rellenando una botella de Heinz con kétchup corriente y moliente. Más tarde Nando’s aseguró que el envase de plástico utilizado para rellenar las botellas de Heinz contenía en realidad kétchup de la famosa marca. Y que la salsa de tomate de Heinz había sido traspasada a este recipiente porque hacía supuestamente más fácil el traspaso de la salsa de tomate a la botella de Heinz.

«Se trata de un comportamiento real que hemos percibido en todo el mundo y queríamos colocarlo bajo los focos», explica Mike Dubrick, chief creative officer y socio de Rethink. «Muestra la relevancia de la marca Heinz y cómo su botella es sinónimo de calidad», enfatiza.
La campaña fue creada al alimón por las oficinas de Rethink en Toronto y en Nueva York, donde la agencia de origen canadiense acaba de levantar la persiana de una filial.
«Nos apoyamos en todo el equipo de ambas agencias para sacar de las sombras del denominado fraude del kétchup. Aunque es un comportamiento que hasta cierto punto nos halaga, aspiramos a convertirlo en innecesario«, dice Dubrick.
Para desterrar este comportamiento en los restaurantes Heinz ha solicitado a sus fans que etiqueten en Instagram a aquellos restaurantes que sospechan que pueden estar incurriendo en el fraude del kétchup. La marca contactará a continuación con los restaurantes puestos en la picota y trabajará codo a codo con ellos para hallar una solución al problema.
En los últimos años Rethink ha alumbrado prominentes y laureadas campañas para Heinz como «Draw Ketchup», «Ketchup AI» y «Vintage Drip».