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Cristina Miranda Directora de Estrategia en VMLY&R Spain

El vuelo del pájaro azul y su impacto para la experiencia de usuario

Twitter X

«Pronto nos despediremos de la marca Twitter y poco a poco, de todos los pájaros». Con esta frase y a través de un tuit, como no podía ser de otra forma, esta semana Elon Musk decía adiós al icónico logo del pájaro azul de Twitter, así como al nombre de la marca, que a partir de ahora pasa a llamarse simplemente ‘X’. También con un tuit, Linda Yaccarino, nueva CEO de la compañía, decía que este rebranding era «una nueva oportunidad para causar una gran impresión».

Este cambio, que parece repentino pero que viene de una larga obsesión del magnate por la equis, con la que intentó renombrar también PayPal, ha generado muchas dudas entre los expertos del sector. Muchos se preguntan si tiene sentido deshacerse de una marca tan icónica y reconocible como el logotipo del pájaro azul, que hoy es ya un símbolo en todo el mundo. Y especialmente, en un momento de crisis reputacional para la compañía, momento en el que tener una marca creíble y reconocida detrás es más importante que nunca.

La estrategia de rebranding de Twitter a ‘X’

Pero una de las cosas que sin duda más llama la atención de este rebranding es que no parece obedecer al que debería ser uno de los principales objetivos de cualquier estrategia de marca: conectar con su audiencia. Los usuarios de Twitter son los primeros que no parecen entender este cambio, lo que está generando muchas contradicciones en el uso de la aplicación. Si la nueva marca se llama X, ¿por qué el botón de ‘twittear’ sigue llamándose así dentro de la aplicación? ¿Y por qué el dominio para acceder a la web sigue siendo twitter.com?

Lo que está claro es que llevar a cabo un rebranding empezando por cambiar el logo y la marca sin tener en cuenta todo lo que hay detrás es empezar la casa por el tejado. Cualquier proyecto de rebranding debe abordarse como un aspecto estratégico que refleje unos valores, una personalidad y debe dar soporte a unos mensajes, un producto o servicio de forma que en conjunto construyan una experiencia de marca coherente. Porque, para que un rebranding sea realmente exitoso, debe venir acompañado de una buena implementación de marca a todos los niveles, incluyendo el producto con el que los usuarios interactúan cada día y poniendo de esta manera al usuario y su experiencia en el centro.

El éxito de una marca depende de su conexión con la audiencia

Rebautizar Twitter con la letra X, tan arraigada a su nuevo dueño, no aumenta las posibilidades de que su visión se traslade a la marca de forma automática; tiene que haber una estrategia de implementación real y efectiva detrás. Actualmente, el nombre X solo aparece en web, no en las aplicaciones. El nombre de Twitter y los pájaros azules siguen siendo visibles, desde las aplicaciones hasta su URL twitter.com. Y a nivel de usabilidad de producto, el nuevo nombre debe poderse integrar en las principales funcionalidades de la aplicación, como retuitear y tuitear.

Al final no debemos olvidar que el éxito de una marca depende directamente de la conexión que tenga con las personas. Si éstas no entienden qué hay detrás de un nuevo logo y de qué forma mejora su experiencia con la marca, difícilmente este cambio va a generar un valor real. La diferencia entre querer causar una mejor impresión a través de una nueva marca y conseguirlo recae en la capacidad de trasladarla de una forma efectiva a tus usuarios, el verdadero corazón de cualquier negocio.

Por Cristina Miranda, directora de Estrategia en VMLY&R Spain

 

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