Enamorando al Consumidor, evento organizado por MarketingDirecto.com, se ha propuesto poner de manifiesto una realidad que se ha impuesto en el sector «marketero» y que aún parece que a muchos les cuesta entender: el poder ahora se encuentra en manos del consumidor.

Estos han cambiado sus hábitos, cada vez están más informados, la publicidad ha perdido eficacia frente a estos en pos de las opiniones de sus semejantes y no dudan en expresar todo lo que sienten a través de las herramientas que les proporcionan las nuevas tecnologías como las redes sociales. Pero ¿cómo es ese nuevo poder del consumidor? La respuesta nos llega de la mano de Carlos Chaguaceda, director general de Turismo Madrid.

“El mundo del marketing no es una ciencia exacta. Siete de cada 10 productos que se lanzan al mercado fracasan. Mismo porcentaje de programas de TV que no alcanzan el éxito. La razón la encontramos en que las riendas las tenemos los consumidores y somos los que decidimos qué nos gusta y qué no”, ha destacado Chaguaceda.

Es necesario avanzar hacia el futuro y cambiar la forma en la que estamos haciendo las cosas. En relación a la ponencia ofrecida por los fundadores de Hawkers ha recordado su paso por Coca-Cola, rememorando el cambio en la fórmula del refresco del que fuimos testigos hace unos años. Los consumidores lo rechazaron y la compañía tuvo que regresar a su fórmula tradicional, aumentando de tal forma las ventas que muchos llegaron a pensar que todo había sido una estrategia de Coca-Cola.

“En la actualidad toda la publicidad está basada en la verdad”, ha destacado, señalando que en el caso de Coca-Cola la empresa decía la verdad. “La publicidad tiene poca capacidad de enamorar al consumidor ya que todos conocemos casi todos los trucos de la industria y tenemos una ceguera comercial porque no prestamos atención a los estímulos publicitarios”.

Las compañías y las marcas cambian, e incluso muchas llegan a desaparecer como consecuencia de las decisiones de los consumidores. “Somos seres emocionales que racionalizamos lo que sentimos”, explica, dejando claro que “juzgamos las cosas de forma automática”.

“Las emociones que sentimos las podemos rodear de matices pero siempre son las mismas”, los usuarios “siempre funcionan por emociones y la magia del ser humano es que, a pesar de estar hechos de distintos elementos químicos, sintamos”.

“Nadie puede pensar hoy que la diferencia está en el producto, ya que esta se encuentra en la marca”. Aquí reside la clave de las estrategias de marketing: la emoción ya que “sólo queremos aquello que nos es conocido”. No podemos olvidar que las sensaciones por las que se mueve el ser humano parten de la intuición y antes de que hayamos tomado una decisión nuestro cerebro ya ha decidido por nosotros.

Lo más importante es destacar que “todo producto es imitable y siempre habrá un proveedor que lo querrá hacer más barato. Es por esto que el patrimonio que una compañía tiene que crear es la emoción que traslada a los consumidores”, ha concluido, señalando que las marcas se asocian con sentimientos y el más fuerte “es el amor”. ¿Está dispuesto a enamorar a sus consumidores?

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